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Los jóvenes son mayoría en la Iglesia Adventista, según las estadísticas

Las estadísticas presentan el ingreso de jóvenes y adolescentes por medio del bautismo, rebautismo y profesión de fe en 2017 en Sudamérica. El desafío está en mantener ese grupo en la iglesia.


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Por Felipe Lemos

Jóvenes de entre 13 y 30 años son los que más quieren ser adventistas, según estadísticas históricas de 2012 a 2017. Foto: Shutterstock

Datos estadísticos recogidos por la Secretaría Ejecutiva de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Sudamérica comprueban: los más jóvenes son los que más se hacen adventistas en el territorio. Un informe presentado por el pastor Edward Heidinger en la tarde de este lunes 7 durante la Junta Directiva Plenaria, en Brasilia, reforzó esa idea. Un análisis muestra que de acuerdo a datos de 2017, el 37,2% de las personas bautizadas, rebautizadas o que se hicieron miembros adventistas por profesión de fe eran de entre 13 y 30 años de edad, o sea, adolescentes y jóvenes. Es interesante constatar que  históricamente ese incremento de jóvenes es una realidad desde 2012. Es decir, los adventistas sudamericanos crecen  proporcionalmente más en este rango de edad.

En el 2017, de acuerdo con los datos presentados, más niños hasta 12 años también están ingresando como miembros adventistas. Los números evidencian que esa franja etaria significaba, el año pasado, el 23,5% del total de miembros registrados en el territorio de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Sudamérica. Solo a los efectos de comparación, los adultos entre 31 y 65 años representaban en el 2017 un 33,5% del total de miembros y las personas con más de 66 años representaban el 5,8% del total.

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Otro dato bastante interesante sobre el ingreso de miembros nuevos es en relación al estado civil. Según las estadísticas presentadas por la Secretaría Ejecutiva, el 68,65% de las personas que se hicieron adventistas en 2017 eran solteras. Los casados representaban el 25,67%, los divorciados el 2,92% y los viudos el 2,77%.

En relación a la franja etaria, los datos muestran que el 54,7% de las personas que entran a la Iglesia Adventista del Séptimo Día tienen educación primaria, el 31,9% están en la enseñanza media, y solo el 10,23% tiene educación superior. Los datos también son de 2017.

Crecimiento del voluntariado adventista

El pastor Elbert Kuhn, secretario asociado a cargo del Servicio Voluntario Adventista (SVA) mostró que desde 2013 hay un progreso del movimiento misionero entre los jóvenes. El dato es interesante en la medida en que muestra una mayor integración de los jóvenes en la misión de manera voluntaria y espontánea. En el registro del SVA se encuentran personas, sobre todo jóvenes, que se disponen a cambiar su realidad de estudios y trabajo por misión, muchas veces en países lejanos de los suyos y por largos períodos de tiempo.

En el 2013, de acuerdo con los datos, eran 79 voluntarios en el sistema contra 431 voluntarios de tiempo completo registrados en 2016. Esas estadísticas de Kuhn no incluyen los jóvenes comprometidos con proyectos como Un Año en Misión, en el que muchos jóvenes pasan un año como voluntarios.

El pastor Carlos Campitelli informa que actualmente, en el territorio de Sudamérica, hay 100 equipos del proyecto con un total de 1.157 voluntarios. Solamente en Brasil son 68 equipos con 815 voluntarios.

Desafíos del crecimiento

El crecimiento general de los miembros es un desafío, no solo en la Iglesia Adventista, sino para todo el cristianismo. En el caso de los datos de la Iglesia Adventista sudamericana, Heidinger demostró también que en algunos años no hubo crecimiento líquido general, pero, los esfuerzos para llevar la Palabra de Dios a más personas deben continuar cada vez más, basados en datos más específicos sobre quién sale y quién entra. Él resaltó que uno de los grandes objetivos del informe fue el de identificar exactamente cuál es el perfil de las personas.

Perfil de los que salen

El diagnóstico de la Secretaría mostró además el perfil de los que salen de la Iglesia Adventista. En el 2017, el 54,9% de las personas entre 13 y 30 dejaron de ser miembros adventistas. Un porcentaje de 35,5% de los que salieron en el 2017 están en la franja de 31 a 65 años de edad y el 6,7% tienen más de 66 años. Es interesante constatar que, al contrario de los ingresos, donde el 23,5% de los que entran son niños hasta 12 años de edad, en la salida, esa franja etaria solo representa el 2,8%.

En relación a la salida de miembros, el 62,48% de los que salen tienen educación primaria y el 28,8% afirma que poseen escolaridad equivalente a educación secundaria.

Calidad y cantidad

El pastor Erton Köhler, líder sudamericano adventista, ponderó que es muy importante un balance real de la situación para que la Iglesia pueda reaccionar de manera adecuada. Él reconoció que la pérdida de miembros siempre preocupa a los líderes adventistas, pero enfatizó que es esencial mantener un programa misionero fuerte, por medio de diferentes áreas y departamentos de la Iglesia, a fin de ayudar a las personas a tomar decisiones por medio del bautismo.

Al mismo tiempo, el presidente sudamericano resaltó que varias iniciativas, con proyectos de voluntariado, dedicación de tiempo completo a la misión, y uso de tecnología digital para presentar los contenidos bíblicos con el lenguaje de las generaciones nuevas, pueden ser útiles para ayudar a los jóvenes a mantenerse motivados e inspirados en la misión de predicar el evangelio. “Nuestro desafío es crecer en calidad y en cantidad”, afirmó Köhler.