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La Iglesia Adventista vota documento con orientaciones sobre cultos y reuniones

El documento se refiere a procedimientos y acciones en un contexto de nuevas restricciones y preocupaciones debido a la pandemia de COVID-19.


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El objetivo del documento es demostrar prudencia, cuidado con las personas y responsabilidad, sin dejar de cumplir con la misión de predicar el evangelio (Foto: Shutterstock)

La División Sudamericana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día publicó este martes 2 de marzo, un documento con orientaciones sobre la realización de reuniones virtuales. El material pasó por la evaluación de líderes eclesiásticos, además de profesionales de las áreas de administración, comunicación, jurídica, de salud, entre otros sectores.

Prudencia y énfasis en la misión

El presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Sudamérica, pastor Erton Köhler, explica la idea central del material y la posición de la organización delante de la creciente preocupación con los nuevos despliegues causados por la pandemia de COVID-19. “Se trata de un material que demuestra la preocupación de la iglesia con el bienestar y la seguridad de todos. Tenemos una profunda consideración por las personas a quiénes amamos y son amadas por Dios. Una organización religiosa necesita dar el ejemplo en la protección de vidas y en el cumplimiento de las indicaciones de las autoridades gubernamentales”, afirma el líder.

Köhler agrega además que, “al mismo tiempo, la Iglesia se preocupa en mantener firme la predicación del evangelio de salvación y dar esperanza a miles de personas. Tenemos recursos virtuales que permiten desarrollar diferentes acciones para el fortalecimiento de la fe, sin poner en riesgo la salud de las personas”.

Responsabilidad

Uno de los dos vicepresidentes de la Iglesia Adventista en Sudamérica, pastor Stanley Arco, destaca la responsabilidad de la Iglesia en momentos decisivos como estos. “Evidentemente, por causa del momento crítico en el que vivimos, ante tantas muertes y dificultades en la lucha contra la enfermedad, la Iglesia continuará actuando con sensatez, pero sin dejar de cuidar de las personas en sus necesidades, ya sea físicas, mentales o espirituales”, destaca.

El documento completo puede leerse en este link.