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Junta Directiva de la sede mundial adventista debaten acción de compliance

Decisiones sobre conformidad con los reglamentos de la Iglesia, encuadrados como una cuestión de compliance se tomaron en el Concilio Anual.


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Momento en que los delegados votan sobre la acción de cumplimiento. (Foto: Adventist Review)

En la última Junta Directiva de los líderes mundiales adventistas, finalizada la semana pasada, uno de los temas debatidos fue sobre una acción de compliance. La idea de compliance está relacionada a un conjunto de disciplinas que orientan el cumplimiento de normas legales y reglamentarias, y directrices de cualquier tipo de organización. La política de compliance de una empresa, por ejemplo, sirve también para evitar o identificar desvíos o desconformidades que puedan existir.

En el caso de la Iglesia Adventista, fueron votadas disciplinas para las entidades de la denominación consideradas en no conformidad con los votos y políticas de ordenación. La primera propuesta de advertir a cuatro sedes administrativas de las Divisiones europeas pasó con un margen de 164 a 124. En este momento, la propuesta alterada para advertir a otros dos territorios de la División Norteamericana (sede adventista que abarca Estados Unidos, Canadá y algunos otros países) pasó con un margen de 190 a 94.

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Como fue declarado en el documento que describe las recomendaciones, el resultado de esa votación ofrece ahora a las organizaciones advertidas la oportunidad de entrar en conformidad con las acciones y políticas votadas antes de que sean aplicadas otras medidas disciplinarias.

El documento divulgado a los delegados y que contenía las recomendaciones disciplinarias originales también afirmaba que “cada una de las entidades nombradas no conformes tiene la oportunidad de apelar esa acción por medio de procesos ya previstos en el documento del Concilio Anual de 2018 y en el Working Policy (Reglamentos Eclesiástico-Administrativos) de la Asociación General”.

Varios oradores inscriptos para hablar en el momento de los debates relacionados a la votación resaltaron la importancia contrastante de conservar el orden de la Iglesia, al mismo tiempo en que actúan con justicia con relación a las organizaciones de la denominación cuyos constituyentes votaron en abordajes alternativos a las posiciones sobre la ordenación.

En el plenario, había dos mociones separadas para aceptar las recomendaciones descritas en el documento titulado Recomendaciones Resultantes de la Acción de Conformidad del Concilio Anual de 2018. El material proponía dar avisos a las cuatro sedes y reprensiones públicas a los presidentes de las otras dos.

Los delegados votaron aceptar la primera recomendación la de suministrar avisos a ciertas regiones administrativas y enmendar la segunda recomendación, alterando la recomendación de reprender públicamente a dos individuos de la Junta, a una advertencia de las respectivas organizaciones de la Iglesia que ellos representan.

Introducción a la acción propuesta

“Esta no es una situación fácil”, dijo el presidente de la Iglesia Adventista mundial, Ted Wilson, al presentar la propuesta. “Yo personalmente luché con el Señor por esta situación”, agrega. Wilson, quien presidió la sesión, expuso las medidas adoptadas por la sede mundial adventista desde la acción votada por el Concilio Anual de 2018, que delineó un proceso para tratar con la no conformidad y las medidas disciplinarias para los considerados no conformes.

El proceso involucró principalmente dar a las Divisiones, que son los organismos administrativos regionales de la Asociación General (sede mundial adventista), tiempo para evaluar y resolver la no conformidad percibida en sus territorios. Además, fue enviada una carta de la sede mundial a las Divisiones en cuestión el día 4 de junio de 2019 recordándoles las estipulaciones de la acción de 2018 y solicitando que ellas informaran la situación de esas organizaciones en su territorio.

El líder mundial adventista también aclaró el estado de las comisiones de no conformidad establecidas por la Junta Administrativa (Adcom) y mencionadas en la acción de 2018. “Ellos todavía están allá”, explicó Wilson. “No fueron eliminados”. La aclaración fue ofrecida a la luz de los informes en los últimos meses de que las comisiones de no conformidad habían sido disueltas.

De acuerdo con Wilson, la Junta optó por no usar las comisiones de no conformidad porque ellas no fueron “tan difamadas” después de su aparición en el documento de conformidad de 2018. Wilson declaró que las comisiones de no conformidad son comisiones consultivas de Adcom y recordó a los participantes que Adcom especificada la acción de 2018 “pueden” usar las comisiones de conformidad.

La naturaleza de las recomendaciones

El presidente mundial relató que “ninguna respuesta apropiada fue dada a las alteraciones en las entidades nombradas en las recomendaciones”, lo que llevó a que la propuesta sea considerada en el Concilio Anual de este año.

“No recuerdo de ninguna situación de la historia de nuestra Iglesia en que haya sucedido una acción directa contra un voto hecho en una sesión de la Asociación General por parte de entidades”, expresó Wilson. “Y, es por eso que ese voto eleva la situación a un perfil bastante alto”, afirmó.

Consecuentemente, el documento Recomendaciones Resultantes de la Acción de Compliance del Concilio Anual de 2018 solicitaba que fueran hechas advertencias oficiales a las siguientes entidades: Unión Danesa, Unión del Norte de Alemania, Unión Noruega y Unión Sueca. Esas entidades “adoptaron acciones que no están en armonía con el Working Policy y prácticas sobre las credenciales”, afirmó el documento.

Las acciones tomadas por las cuatro Uniones se refieren a decisiones oficiales a nivel de las Uniones de nombrar pastores (al contrario de ordenar hombres, ordenar a mujeres), entre otras variantes.

Una segunda recomendación se refería a otras dos Uniones, cuyas Juntas directivas habían votado anteriormente aprobar la práctica de ordenar mujeres. El documento nombró a la Unión de Columbia y a la Unión del Pacífico, ambas en la División Norteamericana, y se refirió a ellas como estando “en persistente falta de conformidad”.

El documento recomendaba que los “presidentes de las entidades mencionadas como individuos que representan la entidad no conforme reciban una “Reprimenda pública” conforme a lo previsto en el documento votado por el Concilio Anual de 2018.

Discusión en el plenario

La discusión en el plenario comenzó con una invitación del pastor Ted Wilson a que cualquiera de los presidentes, representando a las Uniones en cuestión, expresara sus pensamientos. Aunque los límites de dos minutos para discursos habían sido impuestos a los delegados, el tiempo fue extendido a cuatro minutos para cada uno, comenzando con los cuatro presidentes de Europa cuyas Uniones deben ser oficialmente advertidas.

“Un tercio de nuestros pastores en la Unión Sueca es de mujeres y yo estoy extremadamente orgulloso de cada una de ellas”, señaló Robert Sjolander, presidente de la Unión Sueca. “Junto con el resto de nosotros en Suecia, ellas no están insistiendo en la ordenación”. Sjolander dijo que su Unión respetó la decisión tomada en 2015, en San Antonio, de no ordenar mujeres, optando por no ordenar pastores hombres ni mujeres.

Víctor Marley, presidente de la Unión Noruega, expresó la perspectiva de que su Unión está cumpliendo el Working Policy de la sede mundial adventista y, también la Creencia Fundamental 14, que enfatiza la no discriminación en base a varios factores, incluyendo el género.

El presidente de la Unión del Norte de Alemania, Johannes Naether, agregó comentarios semejantes. “Tratamos a hombres y a mujeres por igual”, reforzó Naether. “Y para nosotros ese es un valor fundamental, un derecho humano que pensamos que está expresado en la Biblia y en la Creencia fundamental 14, refirió.

El presidente de la Unión Danesa, Thomas Muller, sugirió que “debemos profundizar un poco más la caja de herramientas y encontrar otras formas de conversar, encontrarnos y resolver problemas”. Expresó su preocupación de que al seguir ese curso de acción, “estamos alienando a nuestros miembros de la Iglesia mundial”.

A favor de la moción

Hablando a favor de la moción, el secretario ejecutivo de la sede mundial adventista, G.T. Ng señaló que apreció los discursos de los presidentes porque ve que están “intentando hacer lo mejor posible para estar en conformidad con la Iglesia mundial”. Sin embargo, por más que ellos intentaran, Ng dijo que “ellos todavía están en desacuerdo”. También recordó a los miembros de la Junta que no están discutiendo el proceso que fue votado en 2018. “Lo que estamos haciendo ahora es implementar el proceso”, enfatizó.

En la misma nota, Roger O. Caderma, presidente de la Unión Sur de Filipinas, recordó a los participantes que “ya es de conocimiento público que existen consecuencias para trabajadores o entidades que están fuera de conformidad”.

“Yo esperaba algún nivel de remordimiento por haber ido en contra de lo que se trajo a nuestro foro. Yo no entendí eso. Por falta de un término mejor, la exhibición abierta de impunidad es preocupante”, expresó Nana Kofi Nimako, una delegada laica de la División Africana Centro Occidental. “Y si un joven desafía a sus líderes diciendo que su conciencia lo manda a hacer algo equivocado, ¿qué harían los líderes?

Otros reconocieron directamente el dilema con el cual estaba luchando la Junta Directiva. “Tenemos una decisión que fue tomada en los niveles más altos y que debe ser apoyada, porque podemos ver los efectos de lo que parece ser, que todo el mundo sigue su propio camino”, agregó el presidente de Oakwood College, Leslie Pollard. “Pero, por otro lado, tenemos un grupo de colegas que defiende el cuerpo, “por favor, hagamos la misión en nuestros contextos”. Pollard entonces preguntó retóricamente: “¿Qué es más urgente: la conformidad o la misión?”.

Advertencia y no reprensión

La discusión sobre la recomendación dirigida a las dos Uniones de la División Norteamericana, mencionadas en el documento, dio un vuelco inesperado con una enmienda a la moción de alterar la reprensión pública a los presidentes de las dos Uniones, la misma advertencia dada a las Uniones de las Divisiones Transeuropea e Intereuropea.

Dave Weigley, presidente de la Unión de Columbia y uno de los líderes recomendados para la reprimenda pública, explicó que él “apreciaría la enmienda” porque le daría una oportunidad de volver al Concilio Anual o la Adcom para “intentar explicar el motivo por detrás [de la acción de la Unión de Columbia]”.

Wilson recordó a Weigley que “estamos en eso hace siete años” y agregó que “trabajamos a través de un sistema representativo, y la División debe trabajar con usted y pedimos que ellos lo hagan”.