Iglesia Adventista busca clarificar su posición sobre el aborto
La posición sobre el aborto es el resultado de una discusión que reúne a especialistas de diversas áreas, incluidos los profesionales de la salud.
Un diverso grupo formado por especialistas en ética, expertos en medicina, administradores del área de la atención médica y teólogos adventistas del séptimo día trabajan para clarificar la postura oficial de la Iglesia con respecto al tema controversial del aborto. La denominación ha ofrecido orientaciones, pero no una declaración oficial sobre el aborto, en un documento del año 1992.
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Desde hace dos años, al Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Asociación General (BRI, por sus siglas en inglés), ofrece conocimientos a la Iglesia en muchos temas, y se le entregó la tarea de preparar una declaración que refleje los principios bíblicos pertinentes a la discusión sobre el aborto.
El Comité de Ética del BRI ha desarrollado varios borradores del documento, sobre el cual hay un diálogo en desarrollo con el departamento del Ministerio de Salud de la Iglesia y el Comité de Bioética de la Asociación General. Este Comité incluye representantes de los hospitales participantes en educación y sistemas médicos de la iglesia, así como también profesionales de la salud independientes y administradores adventistas.
Grupo de trabajo representativo
Un voto del 27 de agosto de la Junta Administrativa de la Asociación General (ADCOM, por sus siglas en inglés) estableció un Grupo de Trabajo para continuar el desarrollo de una declaración sobre el aborto. El grupo de 26 miembros incluye representantes del Ministerio de Salud, del Ministerio de la Mujer, del Ministerio de la Familia, del departamento de Educación, del Ministerio del Niño, del Patrimonio White, del Instituto de Investigaciones Bíblicas, del Ministerio Adventista de Capellanía, del departamento de Asesoría Legal, de Relaciones Públicas, de la administración, del departamento de Comunicación de la Asociación General y de la Revista Adventista.
Presidida por el vicepresidente de la Asociación General Artur Stele, el comité tiene 23 miembros procedentes de países fuera de los Estados Unidos, que incluyen Argentina, México, Brasil, Sudáfrica, Rusia, Finlandia, Noruega, Jamaica, Senegal, Ghana, Canadá, Singapur, Australia, Islas Mauricio, Alemania y Chile. Seis miembros son mujeres, de las cuales tres se encuentran en el Comité de Redacción.
“El proceso para hacer el borrador de cualquier declaración de la Iglesia debe incluir la representación de todos los segmentos de la Iglesia”, afirma Stele. “De esta importante declaración participan teólogos, profesionales médicos y clínicos, administradores del área de salud y administradores de la iglesia, tanto hombres como mujeres”.
Stele explica el rol del Grupo de Trabajo. “Se entregó a este comité, el trabajo de estudiar el borrador del Comité de Ética del BRI, junto con las orientaciones de 1992”, explica. “Además, el comité debe estudiar y considerar los aportes y el feedback de una variedad de fuentes, entre ellas el Comité de Bioética de la AG”.
Citando los Términos de Referencia del Comité, Stele enfatiza que la tercera responsabilidad del grupo es “preparar un borrador de una declaración unificada que estará claramente basada en principios bíblicos que subrayen la santidad de la vida y reconozca los casos o anomalías excepcionalmente difíciles a los que una mujer pueda enfrentarse”.
Varios niveles de apreciación
El objetivo anunciado es llevar un documento para ser tratado en la Junta Directiva, la cual está convocada para su Concilio Anual en Silver Spring del 9 al 16 de octubre. Un paso acelerado de los comités de redacción y discusiones más amplias por parte de todo el Grupo de Trabajo están planificadas desde ahora y hasta la reunión de ADCOM del 1° de octubre. La Junta Administrativa revisará el documento propuesto y decidirá si recomendarlo o no para la sesión del Concilio Anual.
“Este es un tema muy sensible” dice Peter Landless, director del Ministerio de Salud para la Iglesia Adventista del Séptimo Día. “Oro para que el resultado de las deliberaciones beneficie y fortalezca de forma positiva la obra y la práctica de nuestra misión en todas las esferas”.
Elias Brasil de Souza, director del BRI, está de acuerdo, y dice: “Espero que este proceso ayude a los miembros de iglesia y a la comunidad adventista a conocer la posición de la Iglesia en un tema tan crucial. Es importante para el proceso que los resultados reflejen la fidelidad a las Escrituras”.
Después que el borrador del trabajo haya sido revisado por el comité de 26 miembros en su reunión del 4 de septiembre, un grupo más grande, de más de 30 representantes de los cinco sistemas de salud de la Iglesia en Norteamérica, de los miembros del Comité de Bioética de la AG, y de especialistas de los hospitales con áreas educativas de la denominación, serán invitados para una discusión más amplia a mediados de septiembre.
Reuniones adicionales tanto del Comité de Redacción como del Grupo de Trabajo completo también serán convocadas en la última mitad de septiembre para incorporar los conocimientos y consejos obtenidos por las partes que participaron de la discusión.
“Como profesional de la salud que entiende cómo estas declaraciones tendrán impacto en las vidas de personas reales que luchan con decisiones difíciles, el proceso por el que estamos pasando me anima”, dice Katia Reinert, directora asociada del Ministerio de Salud, y miembro del Grupo de Trabajo y del Comité de Redacción. Ella concluye: “Tengo la seguridad que tendremos una declaración que proporcionará conocimientos bíblicos y prácticos para orientaciones futuras, teniendo en cuenta la necesidad de sanación y plenitud de individuos y familias en un mundo destrozado”.