Entender la naturaleza de Dios es fundamental para relacionarnos con él
Teólogo, con libros publicados sobre el tema, explica más sobre la naturaleza de Dios y su relación con nuestro desarrollo como cristianos.
La naturaleza de Dios es un asunto presente en la Biblia, y muy interesante para ser entendido, aunque no todas las respuestas son posibles para un tema que tiene cierta complejidad. Para comprender algunos puntos, la Agencia Sudamericana de Noticias (ASN) conversó con John Peckam, profesor de Teología y Filosofía Cristiana en el Seminario Teológico de la Universidad de Andrews, en los Estados Unidos. Peckam es autor de varios libros, siendo el más reciente Theodicy of Love: Cosmic Conflict and the Problem of Evil [Teodicea de amor: conflicto cósmico y el problema del mal].
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¿Qué explica realmente la Biblia en términos de la naturaleza de Dios, especialmente el misterio de la trinidad? ¿Qué necesitamos entender sobre eso?
Aunque la palabra ‘trinidad’ no esté en la Biblia, el concepto de trinidad es una enseñanza bíblica. La doctrina básica de la trinidad enseña que hay un único Dios en tres personas distintas (totalmente) divinas. Las Escrituras lo enseñan al afirmar que: (1) solo hay un Dios (Juan 5:44), (2) Padre, Hijo y Espíritu Santo son Dios (Juan 1:1-3; Hechos 5:3-4), y (3) el Padre, el Hijo y el Espíritu son personas distintas (lo que significa que ellos tienen autoconciencia, razón y voluntad diferenciadas) (Mateo 12:32; 26:39; Juan 15:26). No hay contradicción en afirmar que Dios es uno y que Dios es tres, siempre que afirmemos que Dios es uno en el sentido distinto de que Dios es tres, un Dios que es tres personas.
Bíblicamente, ¿qué significa la presencia divina? ¿Cómo el conocimiento anticipado de Dios afecta su relación con sus criaturas?
La Escrituras enseñan que Dios tiene conocimiento exhaustivo y definitivo de todos los eventos futuros. Ellas afirman eso, tanto por la forma de declaraciones directas como por la enseñanza de que Dios sabe “lo por venir desde el principio” (Isaías 46:10). Y, también, por los ejemplos en que Dios conoce el futuro de una forma que requiere conocimiento de las decisiones voluntarias futuras de las criaturas (por ejemplo, la profecía de Daniel 2, 7, 8-9, así como también los casos como los de la narrativa de José, de la negación de Pedro, de la traición de Judas, y otros). Sin embargo, la presciencia de Dios es compatible con el libre albedrío de los seres humanos, de modo que nuestra relación con Dios es tan libre como sería si Dios no conociera nuestro futuro. Ciertamente, porque Dios conoce el futuro, él siempre sabe lo que es mejor y puede garantizar que sus promesas se cumplirán, aunque respete la libertad del ser humano.
¿Y la predestinación? Hay personas que tienen dificultades para entender esto, pero es importante esclarecer bíblicamente este concepto, porque difiere de otras comprensiones en el mundo religioso.
En las Escrituras, la palabra frecuentemente traducida como predestinación no transmite por sí sola que Dios determina casualmente la historia. El término transmite la idea de decisión anticipada. Naturalmente, se puede decir algo, con antelación, unilateralmente. O es posible decidir algo anticipadamente de una manera que tenga en consideración las decisiones libres de los otros. Entiendo que las Escrituras enseñan que Dios actúa de la última manera. En Romanos 8:29-30, y en otros lugares, el término traducido como predestinación parece referirse a lo que Dios planea para el futuro después de considerar lo que Dios sabe anticipadamente con respecto a las decisiones libres de las criaturas. Así, Dios puede, providencialmente, conducir la historia hacia sus buenos resultados para todos, aunque respete el tipo de libertad del ser humano que se requiere para una verdadera relación de amor.
¿Cree que parece haber una comprensión no bíblica del carácter y de la naturaleza de quién es Dios y de lo que él representa para sus criaturas hoy? ¿La comprensión de quién es Dios afecta el tipo de relación que tenemos con él?
Entender la naturaleza de Dios es fundamental para el tipo de relación que tenemos con él de varias maneras. Dios es amor, y yo creo que, cuanto más sepamos sobre cómo realmente es Dios, más lo amaremos. Y, también, desearemos amar a otros, que, indirectamente, es amar a Dios porque Dios ama a todas las personas. El Dios de la Biblia hace todo lo que puede sin comprometer su carácter de amor para tener una relación de amor con cada persona; y cuanto más aprendo sobre esto, más me lleva a adorarlo y servirlo.