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Concilio aprueba medida para incentivar la adhesión a decisiones de la iglesia

Los delegados mundiales aceptaron un documento que reafirma la importancia de que todas las regiones administrativas respeten las decisiones generales de la Iglesia.


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Delegados oran antes de dar su voto en decisión del Concilio Anual de la Iglesia Adventista.

Delegados oran antes de dar su voto en decisión del Concilio Anual de la Iglesia Adventista.

Silver Spring, EUA … [ASN] Los delegados en el Concilio Anual de la Iglesia Adventista mundial aprobaron en el martes 13 de octubre un documento que detalla los pasos sobre cómo lidiar con las entidades de la Iglesia Adventista del Séptimo Día que no están adhiriendo a los votos tomados por la Iglesia Adventista mundial. En una votación de 169 votos a favor y 122 contrarios, los miembros de la Junta Directiva de la Asociación General aprobaron un documento de tres páginas que prevé un proceso de diálogo y oración paciente y de varias etapas para traer la reconciliación entre esas entidades y los reglamentos votados de la iglesia.

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El proceso de un año, que varios delegados describieron como conciliador en el abordaje, prevé múltiples consultas en varios niveles de la estructura de la iglesia, cartas pastorales pidiendo el cumplimiento de las acciones de la iglesia votadas y mucha oración. Si la cuestión estuviera relacionada con las Creencias Fundamentales o acciones y reglamentos votados de la iglesia mundial y permanece sin resolver, el siguiente paso es realizar la votación. El documento requiere que la Comisión Administrativa de la Asociación General elabore una propuesta sobre el siguiente curso de acción y lo presente al Concilio Anual de 2017 para aprobación.

Después de la votación, el presidente mundial de la Iglesia Adventista, pastor Ted Wilson, dijo: “Trabajaremos con diligencia para producir un buen diálogo y discusión”. La votación del martes de noche cerró una discusión de casi tres horas sobre el documento titulado Unidad en la Misión: Procedimientos en la Reconciliación de la Iglesia, en el auditorio de la sede de la Iglesia Adventista en Silver Spring, Maryland. Un total de 315 delegados, representando a 19,5 millones de miembros de la iglesia en más de 200 países y territorios, estuvieron reunidos en Maryland para las asambleas anuales de la Junta Directiva de la Asociación General, la mayor autoridad de toma de decisión en la iglesia mundial después de la Asamblea de la Asociación General, que se realiza cada cinco años. En total, 291 delegados participaron en la votación.

Seguir los reglamentos

Michael Ryan, asistente del presidente de la Asociación General que estuvo involucrado en el desarrollo del documento, explicó a los delegados al comienzo de la discusión del martes y nuevamente en la mitad de la discusión que el documento no era sobre la ordenación de las mujeres al ministerio pastoral. En vez de eso, dijo, era sobre asegurar que todas las entidades de la iglesia siguieran los reglamentos de la iglesia mundial.

Ryan dijo: “Lo que tenemos aquí es un documento que responde al llamamiento para que entremos en un período de discusión y de escuchar sobre las cuestiones que puedan estar delante de nosotros sobre la no conformidad”. La Asamblea de la Asociación General de la Iglesia Adventista, realizada el año pasado, rechazó una propuesta que habría permitido a algunas regiones de la iglesia ordenar mujeres al ministerio pastoral. Sin embargo, algunos de los campos administrativos de la iglesia han ordenado mujeres.

Muchas de las 50 personas que se levantaron para hablar expresaron preocupación por la declaración. De esas 50, algunas eran “invitados” que solamente tenían voz, pero no tenían voto. Varios expresaron preocupaciones sobre el alcance de las cuestiones potenciales que podrían ser abordadas, incluyendo las variaciones comúnmente aceptadas de los reglamentos eclesiástico-administrativos. Otros, que veían la votación del martes como una continuación de la votación de la Asamblea General de San Antonio, dijeron que la cuestión para ellos era de conciencia, no de salvación. Varios dijeron que temían que el documento dividiera la iglesia en vez de unirla.

Daniel Jackson, presidente de la División Norteamericana de la Iglesia, dijo que él habló y oró con entidades dentro de su territorio, como dice el documento y no veía cómo el documento contribuiría a la unidad de la iglesia. Él dijo que la cuestión que los delegados en última instancia tendrían que preguntarse si ellos aprobaran el documento era simple: “¿Esta decisión ha contribuido a la unidad de la iglesia?”.

Jiří Moskala, rector del Seminario Adventista del Séptimo Día en la Universidad Andrews, hizo eco de varios delegados al expresar su malestar con el hecho de que las Creencias Fundamentales y los votos y reglamentos de la iglesia mundial aparentemente están siendo considerados iguales en el documento. Él pidió un estudio teológico de cómo los reglamentos se relacionan con las creencias doctrinarias centrales de la iglesia.

Algunos delegados dijeron que sintieron que el documento había sido llevado apresuradamente a ser votado y que se necesitaba más estudio. “Necesitamos más tiempo con este documento”, dijo Dave Weigley, presidente de la Unión de Columbia, perteneciente a la División Norteamericana, en los Estados Unidos.

Los delegados que apoyaron el documento dijeron que los puntos que estaban siendo levantados por los otros delegados estaban fuera del tema y en un punto pidieron aclaración al presidente de la junta, el vicepresidente general de la iglesia mundial Tom Lemon. Ellos dijeron que la cuestión era solo si las entidades de la iglesia mundial debían cumplir las decisiones votadas en la Asamblea de la Asociación General.

“Yo no tengo el derecho de apartarme de votos tomados por la iglesia mundial”, dijo Kathryn Proffitt, una delegada presente en la votación. Ella dijo que no importan sus puntos de vista personales, ella tuvo que ponerlos a un lado por causa de lo que la Asociación General votó en Asamblea. [Redacción de Adventist Review, Andrew McChesney]