Clínica se restablece e inicia actividades paulatinamente
Inician servicios de forma virtual, tras mostrar una recuperación progresiva de los médicos y colaboradores de la Clínica adventista Ana Stahl, en Iquitos.
Los medios de comunicación no paraban de contar lo mal que lo pasaban los pobladores de la selva peruana en Iquitos, ante una pandemia que había llegado para golpear con dureza.
“Era terrible. Los hospitales atendían hasta 40 pacientes diarios infectados por coronavirus y la Clínica adventista Ana Stahl también se afectó. Eran 190 colaboradores con COVID-19 de los 245 que somos en total”, señala la Dra. Milka Brañez, directora general de la Clínica adventista Ana Stahl.
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El panorama era de angustia, sombrío y aquel virus letal reinaba entre el 80% de la población de Iquitos e impulsó hacia el cierre temporal de la clínica, el 30 de abril. “Fue el día más triste de la historia de la clínica, no podíamos seguir atendiendo y tuvimos que tomar esta difícil decisión”, asegura la Dra. Brañez.
El virus atacaba sin piedad, aún a médicos y a enfermeros de diferentes nosocomios de la región que, lastimosamente, perdieron la vida. Entonces, se llamaron refuerzos de Lima (capital del Perú) y del país de Cuba para luchar en esta batalla. En tanto, en diferentes lugares del país, fervorosas oraciones se elevaban al cielo cual globos de helio, pidiendo la sanación de las personas.
El 23 de mayo, la Clínica adventista Ana Stahl anunció la recuperación de sus médicos y el reinicio paulatino de sus actividades en favor de la sociedad de la selva peruana. “Dios es misericordioso y ha permitido la recuperación de nuestros colaboradores. Necesitamos ayudar al público que nos está esperando y estamos dispuestos a trabajar por ellos”, indica la directora general.
Así, se habilitaron los servicios de consultas médicas online, atención de farmacia y de laboratorio y también el área de diagnóstico por imágenes. Todo ello es previa cita virtual y con los implementos estrictos de bioseguridad que funcionan bajo un plan de contingencia para evitar la propagación del virus.
“Dios nunca abandonó a la clínica, al contrario, siempre mostró que es Él quien está al control de todo”, afirma al Dra. Milka Brañez. Un hecho que quedó demostrado el 30 de mayo, cuando Alex Maytahuari, un trabajador de Rayos X, recibió el alta médica, luego de estar internado en cuidados intensivos con ventilación mecánica.
“Estamos con más confianza en Dios para seguir atendiendo a la población de Iquitos”, aseveró la directora general de la Clínica adventista Ana Stahl.