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Adventistas sudamericanos crecen de 350 mil a 2,4 millones

El crecimiento ocurrió a lo largo de las últimas cuatro décadas.


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Fachada da atual sede adventista para oito países sul-americanos, em Brasília.

Fachada actual sede adventista para ocho países sudamericanos, en Brasilia.

Brasilia, DF… [ASN] Hace exactos 40 años, en un día soleado, las autoridades gubernamentales y eclesiásticas se reunieron en Brasilia para la inauguración de la nueva sede sudamericana adventista, que fue trasladada de Uruguay para la recién fundada capital brasileña. En aquella ocasión, el número de miembros en los ocho países atendidos por la institución era de 350 mil. Hoy ya excede los 2,4 millones.

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A lo largo de las últimas cuatro décadas, la entidad creó programas de fortalecimiento espiritual y estimuló la expansión de la Iglesia por medio de sus frentes educacionales, sociales y humanitarios, llevando también sus templos a lugares hasta entonces no alcanzados. Del mismo modo como recibió misioneros para iniciar las bases del adventismo en la región, pasó a enviar pastores y profesionales de diversas áreas para hacer lo mismo en otras partes del mundo.

El 22 de junio de 1976, el presidente de la Iglesia para América del Sur, en la ocasión el pastor Enoch de Oliveira, dejó claro a los 300 invitados el papel de la entidad y su compromiso con la misión de anunciar el regreso de Cristo. “Ahora estamos aquí abriendo un capítulo nuevo, inaugurando una página nueva en la historia del adventismo en el continente” disertó, como está registrado en la edición de julio de aquel año de la Revista Adventista. El periódico también destacó entre las autoridades presentes en la ceremonia, al presidente del Congreso Nacional, senador Magalhães Pinto.

Desde aquella fecha, la sede adventista para Brasil, Uruguay, Paraguay, Argentina, Bolivia, Chile, Perú y Ecuador está ubicada en un área estratégica, cercana a las embajadas de los principales países del mundo. Eso facilita no solo los asuntos diplomáticos de la Iglesia, sino también la gestión y coordinación de las actividades.
Con la vista en el desarrollo

“Estamos ubicados en la región más internacional de Brasil. Por lo tanto, cualquier tema legal que involucre a la Iglesia, aquí, más que en cualquier otro país que no tiene las embajadas concentradas en un mismo lugar, podemos gestionar cualquier tema de la Iglesia en América del Sur con mucho más facilidad”, analiza el pastor Erton Köhler, actual presidente de la institución para ese territorio.

Aun en suelo brasileño, la entidad nunca perdió su representatividad internacional. Hoy, entre los 265 funcionarios que actúan en las más diversas funciones están presentes profesionales de prácticamente todas las nacionalidades sudamericanas de responsabilidad de la Iglesia en este territorio. En las actividades diarias, el portugués y el español son los idiomas oficiales utilizados entre ellos.

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Sin embargo, el edificio no es solo una sede administrativa. Es una iglesia representativa de todas las otras esparcidas por el continente. Los votos y decisiones aprobados en cada reunión siempre tienen el objetivo de apoyar el desarrollo del adventismo en cada localidad en que la institución está presente o necesita ser establecida, siempre teniendo en mente su misión mundial.

“En los últimos 40 años fortalecimos la integración de la Iglesia. Uno de los papeles de estas oficinas es la de unir países diferentes, realidades culturales diferentes alrededor de una misma idea. Y Dios nos dio el privilegio de haber conseguido ser el catalizador de las diferentes culturas alrededor de un mismo proyecto, de una misma visión”, resalta Köhler. Según él, siempre se busca una infraestructura fuerte, en las más variadas áreas, para que el edificio sea una influencia positiva en la visión, en la misión, en la unidad y en la marcha de la entidad. [Equipo ASN, Jefferson Paradello, con informaciones de la Revista Adventista]