Montevideo, Uruguay… [ASN] La pequeña ciudad uruguaya de Dolores alberga una Iglesia Adventista muy particular. Se caracteriza por estar compuesta casi totalmente de niños y se destaca porque ha sido formada en un país donde la tasa de natalidad está entre las más bajas del mundo (Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay, septiembre de 2013).

La llegada de los niños a la Iglesia no fue por casualidad, sino por el gran ministerio que lleva Mabel Rodríguez que con cariño y simpatía ha hecho que decenas de pequeños puedan conocer más de Jesús, integrar un coro y hacer de la Iglesia de Dolores una muy particular.

En muchas ocasiones quienes predican son los niños, quienes recogen las ofrendas también y quienes llevan adelante la tarea de compartir esperanza en la comunidad atrayendo a su vez a otros pequeños como ellos.

“Mabel tiene una misión muy grande en la iglesia de la ciudad de Dolores. Desde que llegó atrajo consigo un gran número de niños y adolescentes, los cuales componen casi la totalidad de la Iglesia Adventista en la ciudad” comenta Cecilia Ferreira, esposa del pastor. “Es necesario estar dispuestos a obedecer la voz de Dios, a ser canales para que otros lo conozcan. Debemos prepararnos para su segunda venida, prediquemos sin césar, niños y jóvenes, preparemos el camino, Cristo está cerca” agrega Cecilia, quien ha seguido paso a paso el ministerio infantil que tiene Mabel.

Siendo Uruguay un país donde nacen pocos niños, la Iglesia Adventista de Dolores llama la atención no sólo de la comunidad, sino de todos quienes conocen la historia. Los pequeños tienen un papel protagónico en la predicación y como dice la Palabra de Dios, el Reino de los Cielos pertenece a aquellos que son como niños, dispuestos a compartir esperanza, alegría y llenar de vida cualquier espacio y lugar. [Equipo ASN, Cecilia Ferreira, Verónica Korsun]