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Luces Pequeñitas: Iglesia Adventista celebra “La voz del Menor”

Nuestros niños y niñas pueden reflejar a Jesús. Y por medio de estas iniciativas ser protagonistas al realizar campañas de evangelismos infantil.


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Dar la instancia a los más pequeños para que lideren los espacios de adoración es importante para el crecimiento espiritual de nuestros niños y niñas, es por esta razón que la Iglesia Adventista a nivel nacional ha dado lugar a “La voz del Menor”.

Niños tras el púlpito

Un programa enfocado en los más pequeños, quienes tienen la oportunidad de desarrollar sus dones a través de la predicación del Evangelio. 

Nuestro campo ASACh ha impulsado esta iniciativa con la temática “Luces pequeñitas”, la cual tiene por objetivo desarrollar y potenciar los diferentes dones de nuestros niños, tanto en el área de la predicación como en la recepción, dirección del programa, dones musicales, etc.

Fomentando el espíritu misionero en los pequeños, para así crecer en Cristo y tener las herramientas para liderar futuras instancias.

Una oportunidad que es bien valorada por la Directora del Ministerio Infantil, Hermana Danitza Villaroel.

“Creo que desde pequeños, nuestros niños y niñas pueden reflejar a Jesús. Y por medio de estas iniciativas ser protagonistas al realizar campañas de evangelismos infantil, donde pueden ser usados por Dios para brillar y dar testimonio de su amor; así, desde ya, se preparan para un futuro ser grandes líderes para honra y gloria de Dios”.

Las nuevas generaciones

En tanto en nuestra ASACh diversas iglesias de los distintos distritos dieron lugar a la participación de niños y niñas en este especial programa, manifestando la importancia de las nuevas generaciones para nuestra Iglesia Adventista.

Nos alegra en gran manera que 79 programas hayan sido desarrollados, ya que esta es muestra que nuestra iglesia tiene un futuro de la mano de esta nueva generación joven. Dios los acompañe y guíe por las sendas de la verdad y la esperanza que solo Cristo da.

Anhelamos ver a futuro más iniciativas que pongan a los niños y niñas como protagonistas tras el púlpito, encabezando los diversos programas que nuestra iglesia prepara. Apoyemos a los más jóvenes para que estos crezcan firmes en Cristo.