Testimonios marcan evento mundial sobre sexualidad y sociedad
Varios enfoques de la sexualidad llevó a cientos de participantes al evento en Sudáfrica
Ciudad del Cabo, África del Sur… [ASN} Un panel de tres adventistas del séptimo día que vivieron un estilo de vida homosexual contó sus historias en la última noche durante la cumbre sobre sexualidad de la denominación y discutió sus vidas lejos de la actividad homosexual. Dirigiendo la cumbre estaban Ron Woolsey, pastor adventista y fundador de “The Narrow Way Ministry” (El Ministerio del camino angosto), Virna Santos, presidente del ministerio “By Beholding His Love” (Al contemplar su amor), Y Wayne Blakely, fundador de los “Know His Love Ministries” (Ministerios conozca su amor). La Iglesia Adventista mundial está esta semana presidiendo la cumbre “In God’s Image: Scripture. Sexuality. Society.” (A la imagen de Dios: Escritura. Sexualidad. Sociedad), en el Centro de Convenciones Internacional de la Ciudad del Cabo. “Estamos aquí esta noche para oír las declaraciones”, dijo el coordinador del panel Bill Knott, editor de la revista Adventist Review. “Estamos aquí para oír a los creyentes contar las historias de cómo Dios los redimió”. Knott invitó a los miembros del panel a compartir sus experiencias en varias etapas diferentes de sus vidas. Woolsey dijo que él creció en un “buen hogar adventista”, pero fue molestado cuando era niño por un amigo de la familia. A partir de entonces, se sintió cada vez más atraído por relaciones del mismo sexo.
Regreso
Mientras asistía a una escuela adventista, comenzó un noviazgo y finalmente se casó, pensando que el casamiento era la solución para su identidad y relaciones alteradas. Sin embargo, cuando su joven esposa descubrió sus relaciones continuas con hombres, el casamiento se disolvió enseguida. Después de más de 15 años en varias relaciones con gays, Woolsey volvió a su fe de la infancia y a una relación con Cristo a través de la lectura de la Biblia y de los escritos de Elena de White, cofundadora de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. “Yo comencé a leer el libro El camino a Cristo con un cigarrillo en la mano y un Martini a mi lado”, observó él irónicamente. “Hasta el capítulo cinco, ya había largado el cigarrillo. “Woolsey fue rebautizado y pronto comenzó a contar su historia de recuperación a los grupos de la iglesia por los Estados Unidos. Ahora, casado hace 21 años, es padre de cinco hijos, y pastor ordenado de la Iglesia en Arkansas, Lousiana Conference (Asociación de Arkansas, Louisiana).
Para Wayne Blakely, el rechazo en la primera infancia por parte de su madre, quien había deseado una hija, lo llevó a buscar relaciones masculinas. Colocado en diversas situaciones adoptivas, fue criado por una sucesión de parientes que notaban sus comportamientos desafiantes y lo enviaban a psicólogos y pastores para que lo aconsejaran. A los 18 años, un amigo de la facultad lo invitó a participar de una comunidad gay, Blakely dijo que allá encontró una aceptación que él no había conocido antes. “Fue cuando yo desistí de Dios”, dijo. Después de 30 años de múltiples parejas sexuales y el uso de drogas que siguió, mientras Blakely fue testigo de 40 amigos gasy que murieron durante los primeros años de la epidemia de HIV/SIDA, una serie de intervenciones divinas lo trajo de vuelta a la fe, dijo Blakely, incluyendo las oraciones de los amigos que no habían desistido de él. En su juventud, Blakely dijo que hizo la siguiente oración: “Dios, hazme heterosexual”. Él ahora admite que un cambio de orientación no era el objetivo: conocer a Cristo como su Salvador era realmente el objetivo.
Santos cree que su jornada al lesbianismo tuvo sus raíces en una situación familiar dolorosa y disfuncional. Víctima de abuso sexual en la infancia, ella dijo: “Nadie me dijo que [el abuso] no era por mi culpa”.
La familia de Santos entró a la Iglesia Adventista al final de su adolescencia, y ella luchó con la atracción por el mismo sexo durante la facultad, mantuvo en secreto una relación lésbica. Se mudó a San Francisco y se hizo activista política de los derechos homosexuales, y supuestamente, fue la primera en adoptar bajo los términos de ley AB25, en el estado americano de California, lo que permitió que parejas del mismo sexo adopten niños de otros. Fue una decepción dramática para la comunidad gay y lesbiana, que acompañó el paso de la Proposición 8 de California, que no se permitiera más el casamiento gay. Esto provocó una crisis para Santos. Un interés despertado en el adventismo estuvo acompañado por una serie de profundas experiencias espirituales personales que destacaron en Santos la importancia de las enseñanzas de la Iglesia acerca del significado y la importancia del santuario celestial. Comprendió por primera vez que Jesús era su abogado, y comenzó a revisar la vida que llevaba. Un sábado de mañana, la ceremonia de la Santa Cena se convirtió en un ícono para ella, recuerda su admiración de que la esposa del pastor estuviera lavando los pies de una lesbiana orgullosa.
El coordinador del panel Knott preguntó si las historias de los participantes de la mesa redonda deben considerarse como típicas: “En las últimas semanas, se levantaron varias voces para preguntar por la autenticidad de este evento, por qué los organizadores eligieron oír primero a los que ya no están practicando el homosexualismo. ¿Cómo respondieron a esos comentarios? Woolsey respondió: “Todos nosotros estuvimos allá. Nosotros estuvimos donde ellos están. Nosotros dimos esos mismos argumentos toda nuestra vida. Salimos de eso. Aprendimos a colocar a Dios en primer lugar, no el yo” Santos dice que ella comparte la historia de su conversión con amigas lesbianas, y les dice: “Tuve una experiencia con Jesucristo y no soy más lesbiana. Pero yo no soy mejor que ustedes”. Ella recuerda la pareja de una amiga y dice: “Estoy feliz por ti. Lo puedo ver en todo tu rostro, Encontraste el amor de tu vida”. Santos recuerda a los delegados: “No somos mejores que ellos”. Ella dijo que es amiga de muchos de los que escribieron para expresar preocupaciones sobre la cumbre. “Dios quiere relacionarse, él me persiguió… Yo tengo fe de que hasta mis amigas estarán golpeando nuestra puerta muy pronto” Las preguntas escritas de los delegados cerraron la sesión de 90 minutos, y fueron sobre si los miembros del panel todavía se consideran gays y lesbiana; cómo debe tratar la iglesia a los individuos atraídos por el mismo sexo y que practican el homosexualismo; y la naturaleza de los ministerios en los que cada miembro del panel sirve ahora. Interrumpidos frecuentemente por los aplausos de la audiencia, los tres continuaron describiendo el poder transformador de Cristo como la causa de sus nuevas vidas. “Esta noche vimos aquí personas de coraje”, concluyó Knott. A los aplausos persistentes de la audiencia, él agregó: “Vamos a expresar nuestra gratitud por los que compartieron sus testimonios de redención con nosotros”. [Equipo ANN – Adventist News Network].