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Después de cinco años, los Conquistadores sudamericanos vuelven a llenar el estadio de Barretos

El evento reunirá, en dos ediciones, a casi 100 mil personas en el interior de São Paulo, Brasil.


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Las actividades de la edición Alpha comenzaron en la noche del martes 8 de enero.
(Foto: Anne Seixas)

La espera fue más corta de lo previsto. Después de casi cinco años desde que terminó el IV Camporí Sudamericano de Conquistadores, comenzó una nueva edición del evento. El Parque do Peão, en Barretos, vio levantarse una vez más una ciudad de carpas y esta vez con un público récord. Este martes de noche, cerca de 40 mil participantes vivieron las emociones del comienzo de la “mejor aventura”, tema del campamento.

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Cerca de 40 mil participantes pudieron seguir la ceremonia de apertura en el estadio. El resto, los que integran los equipos de cocina, seguridad, salud y otros servicios de ayuda estaban colaborando con el evento. Sin embargo, seguramente pudieron presenciar los fuegos artificiales cuando el pastor Udolcy Zukowski, director de los Conquistadores para ocho países sudamericanos, clavó el hacha en un tronco para dar comienzo oficial al mayor Camporí de Conquistadores que se haya realizado.

Unidad y acercamiento de pueblos

El gobernador del Estado de São Paulo, João Doria Jr. estuvo presente en los primeros momentos del programa y dirigió sus palabras no solo a los participantes brasileños, sino también a los representantes de cada uno de los otros siete países, con quienes habló en español. Doria clasificó al Camporí no solo como un encuentro de fe sino también de esperanza.

“Nuestro continente se hace cada vez más fuerte a partir de la fe, de lo que tenemos en nuestro corazón, y la fe que dedicamos a Dios”, destaco. Resaltó además la importancia de las amistades, sobre todo las que se harán a lo largo de los días. “El amor es la expresión de fe, y quien ama respeta a Dios, respeta a la familia, respeta a los amigos, respeta a su país”.

Doria concluyó resaltando la contribución que la Iglesia Adventista ha dado a la sociedad tanto en Brasil como en otros países; un aspecto que también fue compartido por el intendente de Barretos, Guilherme Ávila, quien recordó la manera en la que los Conquistadores beneficiaron a la ciudad con acciones sociales y de salud, tanto en el 2014, cuando se realizó la IV edición del Camporí Sudamericano, como en esta cuando saldrán a las calles con nuevas iniciativas.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, no estuvo presente pero envió una carta a los participantes, que fue leída por el pastor Helio Carnassale, director de Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista para ocho países sudamericanos. “Sé que entre ustedes, brasileños, hay también jóvenes adventistas de países hermanos. De la misma forma sirven a Dios y quieren lo mejor para la humanidad. Les pido que los reciban bien y les muestren la conocida hospitalidad del pueblo brasileño”, escribió. “Que disfruten del encuentro que, seguramente, tendrán con Dios, y que eso haga la diferencia en la continuidad de la vida espiritual de todos ustedes, brasileños y hermanos extranjeros”.

Nueva vida

Dalma recibe un abrazo momentos antes de su bautismo (Foto: Lucas Rocha)

La noche también fue de decisiones para 30 conquistadores. Entre los jóvenes que eligieron entregar la vida públicamente a Jesús está la uruguaya Dalma Vilano, de 13 años. En su club hay tres, y ella cumplió las clases regulares de Amigo y Compañero.

Además, hizo los estudios bíblicos junto al Club, por eso no pensó dos veces cuando tuvo la oportunidad de elegir bautizarse en el Camporí. “Es una emoción muy buena, porque voy a entregar mi vida a Dios. Todo lo que haga será para él”, contó minutos antes de su bautismo.

Ella vive en Montevideo, capital de Uruguay, y ni la distancia de la familia en un momento especial le impidió que tomara esta decisión. La madre y los hermanos de Dalma son adventistas, pero no vinieron al campamento. “El Camporí es un momento muy especial, ya es algo muy bueno entregarse a Dios, y qué decir de hacerlo en un Camporí”, explicó.