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Mongolia forma su primer Club de Aventureros

Misioneros sudamericanos colaboran con la implantación y el desarrollo del Club en el país.


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Missionários sul-americanos estão colaborando com a implantação e desenvolvimento do clube no país.

Misioneros sudamericanos están colaborando con la implantación y desarrollo del club en el país.

Ulan Bator, Mongolia… [ASN] La Iglesia Adventista del Séptimo Día en Mongolia fundó su primer Club de Aventureros en el mes de abril de este año en Ulan Bator, capital y ciudad más poblada del país asiático. Cerca de 10 niños entre 6 y 9 años participan regularmente de las reuniones, que se llevan a cabo tres veces por mes, los sábados y domingos, y que contemplan el desarrollo físico, mental y espiritual de manera equilibrada.

El Club de Conquistadores ya existe hace algunos años en Mongolia, pero la iglesia sentía la necesidad también de tener un Club que ofreciera actividades y capacitaciones para desarrollar habilidades en los más pequeños. En una de sus primeras reuniones, los aventureros realizaron un servicio comunitario limpiando la orilla del río Tuul, de la capital del país. Además de los beneficios directos a la población y al medio ambiente ellos vieron el impacto inmediato de su trabajo.

“Estar involucrado con los niños en sus años de desarrollo es una gran oportunidad para compartir los valores para la vida futura. Sin embargo, ese efecto no se detiene aquí. Es solo el comienzo de una gran “cadena de influencia”, porque los niños que conocen la Palabra de Dios a través del Club de Aventureros reflejarán ese conocimiento a todos con los que entran en contacto”, menciona Gabriela Assi, misionera brasileña que llegó este año a la localidad y está contribuyendo a establecer el Club.

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En la actualidad, están aprendiendo especialidades en las áreas de artesanías, naturaleza, recreación, espiritualidad y artes domésticas. Gabriela además agrega que esa “cadena de luz” seguramente contribuirá para apresurar la segunda venida de Cristo. Aunque esté en el comienzo, los dirigentes ven esa iniciativa como una semilla que tiene potencial de crecimiento. Por eso, les piden que la iglesia alrededor del mundo ore para que más niños participen y crezcan en amor, fe, confianza y obediencia a Jesucristo.

Hace poco, dos familias de misioneros sudamericanos fueron enviadas a Mongolia para ayudar en el crecimiento y el desarrollo del adventismo en el país por medio de programas sociales y de evangelismo. [Staff ASN, Estela Silva y Yure Gramacho]