El 23 de febrero inició la semana de evangelismo "Reencuentro" en el norte del Perú. Esta vez, las sedes principales fueron las ciudades del norte chico de Lima y Chimbote. La vida de 722 personas y 2888 en todo el territorio del norte peruano fueron alcanzadas con esta programación. Este desenlace fue gracias a la oración de una multitud, que diariamente clamó por milagros.

Lea también:

• Delegados de la UPeU visitan Hospital Guillermo Almenara para orar por los pacientes
• Adventistas promovieron más de 28 mil proyectos de ayuda material y emocional durante el 2022

En la campaña participaron 22 líderes de la Iglesia Adventista en el norte del Perú y desde la Sede de la Iglesia Adventista en Sudamérica, el doctor Sócrates Quispe, Director Asociado para Educación Superior. Ellos reanimaron los corazones de aquellos que estuvieron espiritualmente desanimados o incluso ya no asistían a las reuniones de su iglesia local.

Además, con la presencia de miles de personas, el sábado 04 de marzo, finalizó la campaña misionera en el estadio Centenario de la ciudad de Chimbote. Donde los asistentes y usuarios fueron testigos de testimonios e historias de reencuentro con Cristo.

Hermanos vuelven a casa, su iglesia

Hace 11 años los hermanos Jairo y Alexis conocieron la Palabra de Dios por medio de sus padres. Ellos asistían con frecuencia a la Iglesia Adventista y con entusiasmo para continuar estudiando la Biblia. Pero a medida que fue pasando el tiempo, el dinero fue la principal dificultad que hizo que ellos tomaran la decisión de trabajar los días sábados.

Sus vidas cada vez eran más oscuras, pero su iglesia, con todos sus miembros continuaban orando por ellos. El pastor los visitaba con frecuencia para conversar con ellos y motivarlos a regresar a Cristo. Es así, que los invitó a participar de la semana "Reencuentro".

Ellos conversaron y aceptaron asistir a los programas especiales de la semana. Entonces fueron tocados por el Espíritu Santo y pidieron ser bautizados. Decidieron colocar a Cristo en primer lugar, antes que el dinero, uno de los hermanos expresó que "Preferimos a Cristo, no es mejor tener cantidad si no estamos con el Señor".

"La paz llegó a mi corazón"

Inés llegó a Perú hace muchos años, su padre fue un marinero mercantil peruano y su madre nicaragüense; sin embargo, falleció su padre y su madre decidió regresar a su país. Ella quedó sola y sin familia. Al paso del tiempo, se casó con un peruano y adoptaron a una niña.

Durante ese tiempo Inés buscaba tener paz en su corazón. Entonces conoció a la Iglesia Adventista en la ciudad de Huarmey. Comenzó a estudiar la Biblia y participaba activamente de las actividades de su iglesia local. Y en la semana de Reencuentro decidió aceptar el llamado de entregar su vida a Jesús. "Ya era tiempo de bautizarme, esperé mucho tiempo, pero llegó el día", comentó Inés.

La Iglesia Adventista en el norte del Perú continuará evangelizando por aquellos que no conocen de Cristo y por los que se alejaron de él. “Una sola de esas almas salvada tiene más valor que mundos enteros. El oro y las riquezas terrenales no pueden compararse con la salvación de una sola alma desvalida” (Testimonios para la iglesia, t. 1, p. 449).

---

También puedes recibir este y otros contenidos directamente en tu dispositivo. Inscríbete en nuestro canal en Telegram o registra tu número a través de WhatsApp.

¿Quieres conocer más sobre la Biblia o estudiarla con alguien? Haz clic aquí y comienza ahora mismo.