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Como sobrevivir a la cuarentena

Consejos prácticos para mantener su cuerpo y mente saludables durante el aislamiento social.


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Recomendado por las autoridades para la prevención del coronavirus, la cuarentena ha sacudido la rutina de millones de personas en todo el mundo (Foto: Shutterstock)

Su agenda es un torbellino. Usted estudia, trabaja, atiende mil compromisos y además se ocupa de su rutina de cuidados personales. ¡Uf! De repente, surge un tal coronavirus que, prácticamente lo obliga a permanecer en casa aislado. ¿Y ahora?

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Para mucha gente, salir de la rutina y quedar en casa “sin hacer nada” parece un sueño. ¿Pero ya tuvo que hacerlo obligatoriamente? Un fin de semana silencioso, relajado, es una cosa; una docena de días de confinamiento y restricciones, es otra bien diferente. No cambia solo su agenda de actividades, compromete su derecho de ir y venir, cierra su actividad social, y todo eso mientras observa un escenario perturbador. Por más necesaria que sea la cuarentena, no se pueden negar sus malos efectos. Por eso, aquí van algunas indicaciones de cosas que usted puede y/o debe hacer para mantener la salud física y psicológica en este período:

Consejos fundamentales para realizar todos los días:

  • Haga actividad física. Dentro de casa, en el balcón, en el patio; ejercicios aeróbicos o de musculación, lo importante es mantener el cuerpo en movimiento y la musculatura trabajando. Internet está repleta de contenido que puede ayudarlo en esto.
  • Aliméntese bien. Nuestra tendencia es preferir la practicidad de los alimentos industrializados. Pero, evítelos al máximo, así como a los azúcares y grasas. Mantenga una dieta equilibrada, rica en productos naturales como frutas, verduras y cereales, y comidas en horarios definidos.
  • Beba agua. Calcule la cantidad que usted necesita (35ml x peso corporal) y distribuya ese total en porciones a lo largo del día.
  • Duerma bien. No piense que, porque no necesita salir al día siguiente, puede quedarse despierto hasta la madrugada. Su cuerpo necesita reposo adecuado siempre.
  • Elongue y ejercite su respiración. Dedique unos minutos para hacerlo al despertarse y antes de dormir. También a lo largo del día, cada vez que sienta necesidad.
  • Expóngase al sol. Por lo menos 20 minutos son fundamentales para mantener nuestro organismo saludable. Y recuerde: use ropa liviana, deje que los rayos toquen su piel, pero esté atento a los cuidados de prevención y evite los excesos.
  • Abra las ventanas. Es importante airear todas las habitaciones para evitar la proliferación de microorganismos dañinos. Además, estudios comprueban que la luz y los colores tienen efecto directo en la producción de hormonas relacionadas al humor.
  • Mantenga su ambiente limpio, ordenado y cómodo. ¡Su cuerpo y mente se lo agradecerán!
  • Establezca horarios y un ambiente para el trabajo y los estudios. Al quedarnos en casa tenemos la sensación de total flexibilidad. Pero, sin disciplina, esas tareas terminan mezclándose con las personales, se agolpan y el rendimiento queda comprometido.
  • Conéctese con Dios. Ese período de aislamiento es perfecto para acercarnos a él, estudiar y reflexionar en su Palabra y escuchar su voz hablando a nuestra mente.
  • Conéctese con las personas. Ya que el contacto presencial no es posible, use la tecnología a su favor. Escriba, llame, es preferible por videollamadas; ver al otro mientras conversan hace mucha diferencia. Solo evite la soledad; es nociva para seres sociales, como nosotros.

Ideas complementarias:

  • Nada de quedarse solo comiendo y mirando TV o navegando en Internet. Aproveche el tiempo para hacer cosas constructivas e invertir en usted: lea buenos libros, estudie e investigue algo de su interés, practique un idioma, haga cursos online, mire documentales.
  • Trabaje en un proyecto personal. Ese mismo que usted “guardó en la gaveta” hace tiempo pensando retomarlo.
  • Haga una planificación financiera y de metas personales. Si la vida diaria agitada no le permite detenerse a pensar en eso, este es el momento.
  • Dedique tiempo a la reflexión. Hay tantas cosas que merecen nuestra atención y no siempre logramos dedicarnos a ellas.
  • Haga una limpieza en la casa. Qué tal practicar el desapego. Separe todo lo que no necesita usar más y que solo ocupa espacio y dónelo a alguien que lo necesita.
  • Haga artesanías. Además de ser una excelente terapia, usted puede crear cosas útiles para usted y para otros.
  • No descuide su apariencia. Arregle sus uñas, hidrate su cabello, cuide de su piel… Su autoestima es más importante que la percepción de otros sobre usted.
  • Llame o escriba a personas con las que hace mucho no entra en contacto. La falta de tiempo ahora no es una excusa.
  • Haga una terapia online. Muchos profesionales atienden hoy por videollamada.
  • Haga trabajos extras por Internet. Es una oportunidad para ganar algo de dinero extra.
  • Investigue sobre organizaciones y proyectos que usted puede ayudar.
  • Desarrolle un ministerio, comparta contenidos acerca de Dios y de la esperanza, dé estudios bíblicos por Internet… Muchas personas también están queriendo aprovechar este tiempo para acercarse a Dios, y usted puede ayudarlas.

Entonces, ¿ya decidió cuáles de esos consejos adoptará en la cuarentena? Recuerde: mantener la mente ocupada nos ayuda a evitar la ansiedad y las compulsiones que derivan de ella. Además, tenemos un remedio que no falla: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado” (Isaías 26:3).