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“Sin la Educación Adventista nuestra Iglesia estaría en riesgo”, puntúa educador

En entrevista, director asociado mundial del departamento de Educación puntúa desafíos y conquistas del área en Sudamérica.


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“Nuestras instituciones deben producir profesionales competentes, altamente calificados, comprometidos con la Iglesia y su misión”, destaca el Dr. Luis Schulz, director asociado de Educación de la sede mundial adventista.

“Nuestras instituciones deben producir profesionales competentes, altamente calificados, comprometidos con la Iglesia y su misión”, destaca el Dr. Luis Schulz, director asociado de Educación de la sede mundial adventista.

En entrevista, director asociado mundial de Educación puntúa desafíos y conquistas de la Educación Adventista en América del Sur

La vida de Luis Schulz está íntimamente ligada con la de la Educación Adventista en América del Sur. De los 120 años trascurridos desde que el sistema educacional comenzó en este territorio, Schulz ayudó a escribir 60 de ellos, cuando fue matriculado en una escuela primaria en Argentina, pasando por su graduación en teología- y posteriormente en Historia, hasta obtener su máster y doctorado en Administración Educacional en los Estados Unidos. Su trayectoria es marcada integralmente, por la estrecha relación con la educación, sea como estudiante, profesor, administrador y, actualmente, como director asociado del departamento de Educación de la sede mundial adventista. En esta entrevista, concedida durante el I Congreso Online Sudamericano de la Educación Adventista, realizado en Brasilia el viernes 24 y sábado 25 de abril y trasmitido para más de 10 mil personas en ocho países, él destaca los desafíos y contribuciones de este territorio para la Educación Adventista en todo el mundo.

ASN- ¿Cuál es su historia con la Educación Adventista?

Dr. Luis Schulz- Mi experiencia con la Educación Adventista inició cuando comencé los estudios primarios en la región donde nací y fui criado, en la selva misionera de argentina, muy cerca de las cataratas de Iguaçu. Toda mi trayectoria de estudios primarios, secundarios y superior fueron en instituciones adventistas. Me gradué en la Universidad Adventista del Plata (Argentina) y mi post-graduación en la Universidad de Loma Linda, en California (EUA). Mientras estudiaba historia ya trabajaba en la Universidad Adventista del Plata. Después de trabajar algunos años como profesor, fui invitado para liderar el Instituto Adventista de Uruguay, un internado en el cual trabajé durante seis años. Seguidamente hice la maestría y el doctorado en Loma Linda y, al regresar, estudié nuevamente en la Universidad Adventista del Plata. En esta historia hay un paréntesis de tres años, cuando asumí la gerencia de la Agencia Adventista para el Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) para ocho países de Sudamérica. Luego regresé a Argentina para ser el rector de la Universidad Adventista del Plata, función que ocupé durante 12 años. Después de eso, recibí una invitación para trabajar como director asociado de la Educación Adventista para el mundo, cargo que asumí el 2005 y desempeñé hasta hoy. Así ya son 40 años de los 120 de la Educación Adventista en Sudamérica que he trabajado directamente en esa área. Y si le sumamos los 12 años de formación primaria, secundaria y los ocho años de graduación y post- graduación, completo 60 años acompañando la Educación Adventista.

Soy un producto de la Educación Adventista, apasionado y comprometido con ella. Es realmente una alegría participar de un evento histórico que recuerda sus humildes y pequeños comienzos y ver su crecimiento y desarrollo.

ASN- ¿Qué significan esos 120 años de la Educación Adventista en este territorio?

Dr. Schulz- La Educación Adventista ha formado generaciones de obreros y líderes de la Iglesia Adventista. Todos ellos son graduados en nuestro sistema educacional. Por tanto la contribución de esta es significativa. Y si pensamos que, por ejemplo, solamente en los últimos cinco años, fruto del trabajo directo de profesores con alumnos y padres, se hayan bautizado 93.261 personas solamente en ocho países sudamericanos, y que hoy son miembros de nuestra iglesia, es algo muy significativo. De los bautismos fruto de la Educación Adventista a nivel mundial, la División Sudamericana (sede administrativa de la Iglesia Adventista para ocho países de América del Sur) está contribuyendo con más de un tercio del total.

ASN- ¿Cómo la Educación Adventista ha impulsado el crecimiento y fortalecimiento de la red alrededor del mundo?

Dr. Schulz- Yo diría que ella es pionera en muchos aspectos. Consideremos que, simplemente, las dos mayores instituciones de educación superior a nivel mundial están en territorio sudamericano. Una de ellas es el Centro Universitario Adventista de Sao Paulo (Unasp), que con sus 10.500 alumnos de graduación y post graduación es la más grande institución adventista del mundo, con sus tres campus. Lo mismo sucede con la Universidad Peruana Unión (UPeU), con sus tres campus. La UPeU es la segunda más grande universidad adventista del mundo que actualmente tiene prácticamente 10 mil alumnos residiendo en sus tres campus. Las otras universidades que numéricamente no son tan representativas están muy lejos de estas dos.

ASN- Generalmente tenemos la impresión de que las universidades norteamericanas son más grandes…

Dr. Schulz- No es así. Otro aspecto de destaque no es la cantidad, sino la calidad de actividad educativa que se desarrolla aquí. Un punto importante es la producción de dos libros didácticos hechos por la Casa Publicadora Brasileña (CPB) y por la Asociación Casa Editora Sudamericana (ACES). Estas instituciones hacen una inversión extraordinaria en la Educación Adventista. No hay otra región en todo el mundo que tenga un equipo de autores de libros didácticos como tiene la Iglesia Adventista en América del Sur. Aquí todo el trabajo de preparar esas obras e imprimirlas son hechas por nuestras instituciones. En otros lugares es necesario contratar otras empresas especializadas en producción bibliográfica que preparan materiales con un sentido cristiano, religioso con algunos autores adventistas, pero que realmente no hacen algo específico como se realiza aquí.

Otra contribución significativa de la educación sudamericana es preparar misioneros para trabajar en el campo mundial. Es relevante el número de misioneros sudamericanos que son preparados profesionalmente por le Educación Adventista en estos países, que hoy están sirviendo a la Iglesia en prácticamente todos los rincones del mundo. En los cinco continentes, en las 12 Divisiones de la Iglesia Adventista, podemos encontrar egresados de las instituciones adventistas sudamericanas.

En resumen, digo con satisfacción que el propio departamento de Educación de la Asociación General de la Iglesia Adventista ha tenido casi una presencia permanente, desde los años 1940, de misioneros que trabajaron en Sudamérica o personas que contribuyeron con ese departamento. Ese es, por tanto, otra forma por la cual la educación sudamericana ha dado su contribución al mundo.

ASN- En todo el globo hay una diversidad de instituciones de enseñanza. ¿Qué diferencia el sistema educacional adventista de los otros?

Dr. Schulz- Toda la institución educacional pretende ofrecer una formación académica y profesional de alto nivel. Nuestras instituciones deben producir profesionales competentes, altamente calificados, comprometidos con la Iglesia y su misión. En segundo lugar, hay instituciones educacionales en nuestros países que ofrecen una educación cristiana, que enseñan sobre las Sagradas Escrituras, que comparten el conocimiento de Jesús como Salvador. Pero hay un elemento que es distintivo en la Educación Adventista: la visión apocalíptica. El mensaje para este tiempo del fin, esa cosmovisión y esa filosofía educativa adventista es única de nuestras escuelas, colegios y universidades. Si hiciésemos como otras instituciones- formar profesionales altamente calificados-, no estaríamos cumpliendo plenamente nuestra misión. Si formásemos profesionales cristianos, que conocen las Sagradas Escrituras, pero sin tener esa cosmovisión adventista y esa visión apocalíptica del tiempo del fin, en que hemos preparado a nuestros estudiantes para el breve retorno de Cristo, no sería una educación adventista. Solo imitaríamos a otras instituciones y, muchas veces, hay una tentación en buscar ser semejantes a las otras, pero a las cuales les falta el elemento distintivo de nuestra filosofía.

ASN- Hemos vivenciado un escenario constante de cambios. ¿Cuáles son los mayores desafíos en relación a eso?

Dr. Schulz- Uno de los mayores desafíos es encontrar docentes adventistas apasionados por el servicio al prójimo, de servicio a los estudiantes, con formación profesional en nuestras instituciones, con nuestra visión y con nuestra filosofía.

ASN- ¿Hay algún desafío en relación a cambios de comportamiento?

Dr. Schulz- Lamentablemente, estamos viviendo en un mundo, aunque sin ser del mundo. Pero el mundo está presionando- es decir, la cultura, la sociedad- y nuestros valores han sido alterados. Lo que antes era un valor, hoy ya no es más considerado como valor por la sociedad. Y nuestras instituciones deberán adaptarse a ciertas realidades, pero sin perder su identidad adventista. El riesgo gradual de la pérdida de la identidad adventista es también uno de los desafíos los cuales tenemos actualmente. Y uno de los riesgos que hemos tenido es cada vez ver reducido el porcentaje de los alumnos adventistas en nuestro sistema. Los habitantes de la comunidad donde están nuestras instituciones educacionales, muchas veces, valorizan más a la Educación Adventista que los propios miembros de Iglesia, y están dispuestos a hacer grandes sacrificios y esfuerzos para que sus hijos estén en nuestras unidades de lo que muchos de nuestros hermanos. Tenemos que volver a concientizarnos de los beneficios de la Educación Adventista. Muchos piensan: “Si es adventista, no es de calidad”. Pero hay estudios científicamente realizados que demuestran que la Educación Adventista es superior. Sin duda, internamente, muchas personas no comprenden esa realidad y consideran que para ser una educación de calidad y excelencia debe ser fuera del sistema.

ASN- Si tuviésemos que caminar otros 120 años, ¿cómo la Educación Adventista debe hacer eso?

Dr. Schulz- Dios quiera que no lleguemos a eso. Nuestros pioneros talvez vislumbran que el mundo sería trasformado por la Educación Adventista, teniendo profesores que fuesen discípulos del divino maestro y que se dediquen a ser discipuladores, promoviendo un efecto multiplicador del discipulado. Si 12 discípulos trasformaron el mundo de la antigüedad, hoy tenemos un ejército de más de 90 mil profesores sirviendo al sistema educacional adventista en más de 8.500 instituciones en los tres niveles de enseñanza en el mundo. Y tenemos más de un millón y 800 mil alumnos. Hay pocos ejércitos en el plantea con esa cantidad de soldados. Nosotros, entre estudiantes y profesores, estamos llegando a un ejército de casi 2 millones de soldados para realizar una tarea de terminar la obra que el Señor nos encomendó, de ir, a predicar, haciendo discípulos y enseñando a nuestros alumnos a hacer discípulos.

ASN- ¿Cómo ve el papel de la Educación Adventista para la construcción del futuro?

Dr. Schulz- Sin la Educación Adventista nuestra iglesia estaría en riesgo. Lo que es hoy la Iglesia Adventista, en gran medida, es fruto y producto de la Educación Adventista. Yo soy. Muchos de nuestros colegas y líderes son. La conservación de niños y jóvenes como miembros de nuestra Iglesia está demostrando a través de diversos estudios. La obra de la Educación Adventista es una historia destacada en el cumplimiento de la misión evangelizadora de nuestra Iglesia. Y el futuro de la iglesia estará asegurado si mantenemos un sistema educacional fuerte, sólido, comprometido con la identidad y misión adventista. [Equipo ASN, Jefferson Paradello/ con la traducción de Cárolyn Azo]