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Cómo preparar a los niños para el regreso a clases presenciales

La familia debe evaluar cómo afectó la pandemia la percepción y el comportamiento de los hijos.


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Los padres tienen que estimular el diálogo para entender si los hijos realmente están preparados para la readaptación escolar (Foto: Shutterstock)

Después de meses en casa, muchos niños necesitan comenzar a dar los primeros pasos rumbo al aula. Ahora que están desacostumbrados a la rutina, a los maestros y hasta a la convivencia con los compañeros, ¿cuáles son los desafíos que pueden enfrentar? Sobre todo, ¿qué pueden hacer los padres para amenizar los impactos de esa nueva etapa?

Para comprender esas y otras preguntas, la Agencia Adventista Sudamericana de Noticias (ASN) conversó con la psicopedagoga Adriana Silva Lopes Matias, actual coordinadora pedagógica de la  Educación Adventista para el Sur de Pará, Brasil. En esta entrevista ella destaca el papel esencial de la familia durante el proceso de readaptación de los estudiantes y los beneficios que pueden proceder de una enseñanza híbrida.

Para muchos niños la pandemia rompió una rutina de años. ¿Cuáles son los principales desafíos para retomar las actividades presenciales?

En primer lugar, restaurar los vínculos con la escuela, con los profesores y la vida escolar. El distanciamiento social hizo que esto se fuera debilitando, aunque muchos lazos hayan permanecido debido al uso de la tecnología. Ahora, es necesario que los estudiantes se sientan estimulados a regresar a la convivencia y a los hábitos académicos anteriores a la pandemia, pero con los debidos cuidados ya reforzados por las autoridades de salud.

Los padres tienen que crear o intensificar actividades en casa para ocupar el tiempo de los hijos. ¿Cómo deben actuar ellos en cuanto a la sensibilización de que es hora de volver a la escuela?

Mientras por un lado hay muchos niños que desean volver a la rutina escolar, especialmente en lo referente a la socialización con amigos, hay otros que se acostumbraron a la “comodidad” de la casa o comenzaron a sentir miedo a la nueva realidad.

A estos dos últimos grupos, los padres deben presentarles los beneficios del desarrollo académico y del contacto presencial, especialmente con los profesores. Además, deben mostrar que los ambientes educativos fueron preparados de manera adecuada para recibirlos, adoptando nuevas medidas de seguridad para conservar la salud y evitar contaminaciones.

 

Para Adriana, el aislamiento social trajo la necesidad de invertir en acciones que amplíen las posibilidades de adquirir conocimiento (Foto: Archivo personal)

El regreso a las clases presenciales pasa por un cambio psicológico. ¿Qué deben observar los padres en este momento? 

Deben observar cómo se sienten los niños, cuáles son sus miedos, angustias y su condición emocional. Muchos de ellos pueden no haber absorbido los efectos de todos esos meses de aislamiento. Por otro lado, otros pueden estar sufriendo debido a lo que leyeron o a los cuidados adoptados por la población y por la propia familia.

En caso de que los padres noten resistencia de parte del niño deben escucharlo y tratar de entender el motivo. En situaciones más complejas, si fuera necesario, podrían incluso buscar la colaboración de un profesional que lo ayude a vencer los obstáculos.

¿Cómo deben tratar los padres y docentes a los niños que en los últimos meses fueron “educados” a hacer todo por medio del computador y ahora deben volver al modelo analógico?

La introducción de las clases virtuales generó preocupación en muchos padres y en los propios niños, especialmente por la necesidad de una concentración más intensa frente al computador. Pero muchos de ellos se adaptaron y se acostumbraron a esa rutina diaria. Sin embargo, ahora deben volver al modelo al cual estaban acostumbrados. Eso no quiere decir que necesariamente deban deshacerse de esas herramientas virtuales. Deben usarlas y considerarlas un apoyo a la enseñanza.

Pero los padres y profesores deberán hacer un “dosaje” de esa exposición e incentivar la realización de actividades analógicas que también son importantes para el desarrollo del alumno. Son verdaderos desafíos. Por eso, los docentes en la sala de clases, estando cara a cara, necesitarán despertar la atención con metodologías activas, curiosas, cuya dinámica sea cautivante y posibilite la participación individual y en grupo.

¿Qué lecciones pueden extraer los alumnos y profesores de una enseñanza híbrida? A partir de la pandemia del nuevo coronavirus, este tipo de enseñanza ¿puede convertirse en una realidad permanente?

La enseñanza híbrida es un cambio de paradigma. Es un pasaporte que llevará a profesores y alumnos a creer que el uso de la plataforma digital es una herramienta extremamente útil para el proceso de enseñanza/aprendizaje, dando oportunidad a la gran mayoría de los jóvenes y hasta de los niños de descubrir la herramienta digital, no solo para el esparcimiento, sino también para el conocimiento.

Además, es necesario intervenir y orientar a coordinadores y profesores para que implementen propuestas de clases mediante la tecnología, con interactividad, metodologías activas y bien atractivas a los estudiantes, y rutas de aprendizaje lineal (para orientar a padres y alumnos). Dado que en ese modelo la interacción no siempre es presencial, se requiere mucha atracción para integrar a todos.