Un grupo de niños y adolescentes de 10 a 17 años se capacitaron y motivaron para convertirse en misioneros durante un evento especial desarrollado del domingo 12 al jueves 16 de mayo. El encuentro, conocido como Fisher (Pescadores) – bajo el lema “Born to Serve” (en español “Nacidos para servir”) –, reunió a los hijos de misioneros de la Iglesia Adventista del norte de Perú. Ellos renovaron su compromiso con la Comunión y la Misión.

Los jóvenes participantes se comprometieron a mantener una comunión constante. Lo hicieron a través de la lectura diaria de la Biblia y la participación en la misión de salvación de personas, siguiendo el ejemplo de sus padres. Además, con la revista "Primero Dios", renovaron su vida espiritual hacia una vida íntima con Cristo, profundizando su fe y su compromiso con la Iglesia.

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Además de la comunión, los jóvenes enfrentaron el desafío de participar en la misión tanto local como global, bajo la iniciativa GLOCAL de la Iglesia Adventista en este territorio. Fueron alentados a ser misioneros desde temprana edad. También se les animó a dedicar sus vidas al servicio de Cristo en el futuro, sin importar sus vocaciones profesionales.

Los participantes, hijos de pastores y misioneros, recibieron capacitación en diversos temas integrales. Estos incluyeron el buen uso de las redes sociales, influencias negativas, búsqueda de identidad, temas del amor, ser un misionero y bienestar integral. Estas sesiones les proporcionaron herramientas valiosas para su desarrollo personal y espiritual.

Durante el evento, los jóvenes también participaron en la distribución del libro misionero "El Gran Conflicto". Al compartir esperanza a través de este libro, recibieron el agradecimiento de los vecinos de la localidad. En parques y avenidas, las personas comenzaron a leer el ejemplar con interés.

Compromiso de las Nuevas Generaciones

Durante el evento, los jóvenes disfrutaron de momentos emotivos, música en vivo y momentos de oración. Aceptaron el llamado a ser misioneros y se sintieron inspirados para seguir los pasos de sus padres. Muchos participantes manifestaron el deseo de dedicar parte de su vida al servicio de la misión, local y mundial.

El evento concluyó con el compromiso renovado de los participantes. Salieron con una vida espiritual renovada. Cada mañana, se levantaban con la motivación de estudiar la Biblia y mantener una relación cercana con Dios. Este encuentro espiritual dejó una huella imborrable en sus vidas, fortaleciendo su compromiso con la Comunión y la Misión.