Neurocirujano afirma que es posible convivir con la epilepsia
Las crisis epilépticas pueden evitarse y controlarse con un tratamiento adecuado en cerca del 70% de los casos.
Como en un cortocircuito, hay una descarga de energía y todo se sale de su orden. Eso es lo que sucede en el cerebro cuando se presenta una crisis epiléptica. Los impulsos eléctricos se comunican de un lado a otro, hasta que hay una descarga fuera de lo normal, que causa desorden y desincronización. En la actualidad, aproximadamente 50 millones de personas sufren de epilepsia en el mundo. La buena noticia es que, en gran parte de los casos, es posible tratarla y controlarla.
El Día Mundial de Concientización sobre la Epilepsia, conversamos con el doctor Valter Felau, neurocirujano y cirujano de columna. Actualmente Felau está al frente de la coordinación del área de neurocirugía en el Hospital Regional Sur, en Santo Amaro, Brasil, y trabaja como supervisor en residencia del Hospital de Clínicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Pablo (USP), también en el mismo país. Lea la entrevista.
Lea también:
¿Cómo se puede definir la epilepsia?
La epilepsia se da cuando hay una perturbación de la actividad de las células nerviosas del cerebro, lo que causa convulsiones. Esta enfermedad puede desarrollarse como resultado de una alteración genética o una lesión cerebral adquirida, como un traumatismo o un accidente cerebro vascular.
La epilepsia ¿puede ser un síntoma de otras enfermedades?
Sí. Pero es bueno recordar que la epilepsia es un desorden que causa la crisis convulsiva. Por lo tanto, lo más correcto es afirmar que la crisis convulsiva es un síntoma de otras enfermedades. Sin embargo, una sola convulsión no significa epilepsia. Se necesitan por lo menos dos episodios de convulsión no provocada por otras causas, además de otros síntomas, antes de poder diagnosticar la enfermedad.
¿Existen diferentes tipos de crisis epilépticas? Describa cada una de ellas.
Sí, existen crisis generalizadas y locales. Las generalizadas son las más comunes. En ellas hay enrojecimiento del cuerpo, se giran la cabeza y los ojos, se mueven los brazos y las piernas, y hay presencia de salivación espumosa. Por su lado, en las crisis locales, hay temblores en la cara o en otras partes del cuerpo, cambio de humor, pérdida de la memoria, desórdenes sensoriales y malestar.
Si la crisis epiléptica no cesa en pocos minutos, ¿qué se debe hacer?
Es importante observar cuánto dura la crisis convulsiva. Si la persona convulsiona por más de cinco minutos, o si hay una crisis de menor tiempo, pero luego vuelve la convulsión, es necesario llamar a una ambulancia que lleve al paciente a emergencias. Esas crisis prolongadas deben ser atendidas con urgencia, antes de que haya una lesión cerebral.
La epilepsia no tiene cura. Pero, ¿hay tratamiento? ¿Es posible vivir una vida “normal” con esa enfermedad?
Sí, es posible. No todos los casos de epilepsia duran toda la vida y muchas personas mejoran al punto de dejar de necesitar tratamiento. Es importante resaltar que la aparición de las crisis puede ser evitada y controlada con medicación en cerca del 70% de los casos. Para aquellos que no responden a la medicación, se puede considerar la cirugía, la neuroestimulación o cambios en la dieta.