“Con el objetivo de fortalecer el trabajo en pos de las nuevas generaciones, tengo la plena convicción que debemos preparar líderes relevantes, líderes que cada día dependan y busquen más al Señor, líderes enteramente instruidos que sean parte de una gran red de discipulado” comentó Carol Villarroel, directora del Ministerio Infantil y Ministerio del Adolescente (MI MA) en la Unión Chilena.

Con ese propósito, los días 18 al 21 de mayo se realizó una jornada de entrenamiento en Red de Discipulado para líderes zonales y distritales de este ministerio que atiende a niños y adolescentes. Es la primera de otras que vendrán, ya que se trata de un nuevo plan que busca involucrar y entrenar de manera sistemática a miembros de la iglesia local, vinculados al MI MA, potenciando y desarrollando sus dones y talentos en la formación de nuevos discípulos.

Entrenamiento

Esta iniciativa, organizada por el MI MA Unión Chilena se realizó con el acompañamiento de Glaucia Korkischko, líder del MI MA División Sudamericana. La jornada inicio en Iquique, donde participaron líderes que forman parte de la Asociación Norte de Chile (ANCh), y culminó en el recinto El Manzano, con 100 participantes, representantes de cuatro campos misioneros de la iglesia en Chile: Misión Central de Chile (MCCh), Asociación Metropolitana de Chile (AMCh), Misión Sur Metropolitana de Chile (MSMCh) y la Misión  Chilena del Pacífico (MChP).

Durante el entrenamiento también se abarcó otras áreas del ministerio como el planeamiento, revisión de los énfasis, perfil del líder, materiales y herramientas para el desarrollo de las estrategias; además, momentos de alabanzas y oración.

La Generación Teen (adolescentes) o GTeen son un grupo especial en este ministerio. Cada plan está enfocado y diferenciado; uno de los proyectos que ya se viene ejecutando es el SVA Teen, con ese motivo, durante las jornadas de entrenamiento se realizaron visitas a grupos de adolescentes para continuar animándolos en ese propósito.

"Nuevas generaciones, grandes oportunidades"

Trabajar con las nuevas generaciones otorga oportunidades de formar y educar en ellos el amor a Dios, al estudio de la Biblia, a ser personas de bien para esta sociedad y a ser discípulos de Jesús. No hay mayor satisfacción en un maestro y/o líder que ver a sus alumnos seguir su caminata en las pisadas de Cristo. Con esa emoción y sentido de gratitud, en medio de las actividades planificadas, se presenció el bautismo de tres niños, quienes a su corta edad, aceptaron vivir cada día de la mano de Jesús.