La historia de Alejandro y Walter fue compartida por ellos mismos en el encuentro de planificación de la Iglesia Adventista en Argentina en Córdoba.

Walter Arguello es visitador médico. Hace años que visita a Alejandro Vallejo, médico ecografista. Cada mes regalaba a sus médicos un libro editado por la Iglesia adventista.

Alejandro se interesó en el contenido del libro “Viva con Esperanza”. Pero no solo recibió aquel libro, sino que a lo largo del tiempo se interesaba cada vez más en otros. Termino de leer ese y siguió con otros. Empezó a tener en sus manos el estudio bíblico, luego las revistas, folletos y hasta un estudio para comprender más sobre el libro bíblico de apocalipsis. “El libro siempre es un testimonio” remarca Alejandro.

El doctor y su esposa atravesaban momentos de transición luego de haber participado en otra iglesia. Su esposa estaba viviendo momentos depresivos. Estuvieron seis meses buscando una respuesta a la pregunta: “¿Cuál es la iglesia que nos ayude en nuestra vida?” cuenta el doctor Vallejo.

“Lo primero que le pregunté a Walter es con respecto a los diezmos y qué hacían los adventistas, cuál es el fundamento espiritual. Ahí nació todo”, recuerda Alejandro frente a Walter, en el encuentro anual de planificación en Los Quebrachos, Córdoba.

El doctor Vallejo recuerda que como cabeza de familia necesitaba rescatar a su familia, especialmente a su esposa y llevarla a la iglesia. El primer sábado fue dudoso dice Alejandro. En tanto que Walter recuerda “salí varias veces a la puerta de la iglesia y no aparecía”.

“Pero el segundo sábado desperté muy temprano, de madrugada, levante a mi esposa y dije: Necesitamos ir a esa iglesia” comenta el doctor Vallejo. Desde ese día él y su esposa no faltaron nunca más.

Alejandro cierra la entrevista reflexionando sobre la necesidad de trabajar más de la puerta hacia afuera. Tal es así que estuvo en la Expo Rural en Río Cuarto, Córdoba y distribuyó junto a su equipo alrededor de 700 libros “Esperanza Viva”. Además, había mesas brindando servicios gratuitos de salud. Por primera vez la Iglesia Adventista participaba de este gran evento.

Sin duda Dios trabajó en el corazón de Alejandro y su esposa. Hoy pertenecen a la Iglesia Adventista en Córdoba. Gracias a la dedicación de Walter, que no sólo hizo su trabajo sino que fue más allá, hoy puede afirmar que Dios utilizó su talento para su ministerio.

 

[Por Alexis Villar]