Las zonas beneficiadas fueron Santa Juana, Ninhue, Quilleco, Mulchén, Lavapié y Tomé.

360 jóvenes de la Asociación Centro Sur de Chile (ACSCh) entregaron sus vacaciones para ayudar a las personas afectadas por los incendios en el sur de Chile. Específicamente, desde el 05 al 25 de febrero ofrecieron su tiempo y esfuerzo para mostrar el amor de Dios.

Se ha vuelto habitual en Chile que cada verano la cantidad de los incendios aumente y con ello sus dañinos efectos. Sin embargo, este verano 2022-2023 han sido las regiones del Biobío, del Ñuble y Araucanía las más afectadas. 

Durante enero y febrero de este año se quemaron más de 450 mil hectáreas en estas 3 regiones, dejando a 2.146 familias afectadas, aproximadamente. Se perdieron vidas, viviendas, animales, plantaciones, etc.

Ante las circunstancias, el Ministerio Joven de la ACSCh rápidamente se movilizó para identificar las necesidades más específicas de cada zona y poder cooperar de alguna forma con los “Caleb de emergencia”, un voluntariado organizado para responder a la contingencia, y con los proyectos Caleb que ya estaban planificados para febrero.

Para ello, cada zona del campo enfrentó un desafío específico. La Zona Concepción acudió a ayudar a Santa Juana, la Zona Chillán estuvo en Ninhue, la Zona Los Ángeles en Quilleco y Mulchén, Zona Arauco en Lavapié, Zona Bahía estuvo en la comuna de Tomé.

Entre las ayudas que se otorgaron están: remoción de escombros, reconstrucción de cercas, levantamiento de casas, cenas románticas (celebración en torno al 14 de febrero), recreación para niños y adolescentes, entrega de alimentos y artículos del hogar y acompañamiento espiritual para las familias.