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Luego de casi un año haciendo voluntariado en Uruguay vuelve la joven misionera de Pitruquén Sarai Vega a Chile

"Estoy agradecida del Señor porque siento que Él tiene un propósito para mí, tanto para mi vida personal como para mejorar".


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A principios del mes de abril por este mismo medio se dio a conocer el comienzo del viaje misionero de la joven Sarai Vega hacia tierras charrúas.

Una aventura emprendida por una valiente joven de 26 años, quien ha salido a ayudar al prójimo sacando sus mejores talentos para entregárselos al Señor fuera del confort de su hogar.

Sarai Vega emprendiendo su viaje desde la ciudad de Temuco (Foto: Comunicaciones)

Dios enviame

Sarai Vega es una joven del sur de Chile, específicamente de la ciudad de Pitrufquén, quien luego de prepararse exhaustivamente en la escuela de misiones “Send Me” puso a disposición sus dones para el servicio en el ministerio de Cristo.

Uniéndose esta joven al Servicio Voluntario Adventista (SVA), un programa oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que busca involucrar a jóvenes adultos en la difusión del evangelio al rededor del mundo.

Este es posible gracias al poderoso grupo de voluntarios, quienes atienden los diversos llamados hechos por el SVA, sirviendo de esta manera donde se les solicite sin importar la distancia.

Sarai Vega de esta manera, el 4 de abril fue invitada a servir como maestra de niños en el Instituto Adventista de Uruguay (IAU) a 30 minutos de la capital de Uruguay, Montevideo.

Sarai desempeñando labores educativas (Foto: Comunicaciones)

Uruguay y un nuevo desafío

Sirviendo en un espacio rural gigante, con hermosas áreas verdes que son bien aprovechadas por los estudiantes del instituto, quienes valoran este gran espacio educacional.

Este precioso espacio sería el lugar donde desempeñaría labores de maestra Sarai, siendo un poderoso instrumento para el Señor.    

“Estoy agradecida del Señor porque siento que Él tiene un propósito para mí, tanto para mi vida personal como para mejorar, cambiar ciertas actitudes y para potenciar mis talentos”. Agregó Sarai Vega luego de emprender su travesía.

Misioneros Voluntarios en Montevideo (Foto: Comunicaciones)

Una grata experiencia

La experiencia de esta misión, según relata Sarai ha sido grata, en un trabajo en compañía de los niños del IAU, asistiendo a los pequeños y docentes. Siendo parte activa del proceso educativo en el instituto.

Sarai relata que sirviendo en Uruguay pasó por múltiples etapas que le permitirían descubrir nuevas habilidades que más adelante le ayudarían en sus labores voluntarias, afirmando de esta manera que el Señor hizo ver virtudes en ella que antes no conocía o no utilizaba.

La misionera voluntaria afirma que su experiencia en el IAU ha sido grata, ya que existe un intercambio cultural muy rico, puesto que este instituto da acogida a misioneros de toda Sudamérica.

“Aprendes mucho el tema de los modismos y diferentes dialectos”(…)“Es entretenido entablar una conversación y de repente no entenderte con por ejemplo los amigos brasileños”. Afirmo entre risas Sarai.

Sarai Vega disfrutando su voluntariado (Foto: Comunicaciones)

Una experiencia inolvidable

Este equipo misionero de esta manera fue bendecido por el Señor, mediante el IAU, quienes dieron tiempo a sus voluntarios para salir y conocer los diversos paisajes que ofrece Uruguay.

Por lo anterior, Sarai añade que la gente que compone la IAU fue un equipo de trabajo maravilloso, destacando los gestos de atención que tuvieron con cada uno de los misioneros voluntarios. 

Sarai comenta que Dios privilegió mucho a este grupo, al cual le dieron todas las comodidades para servir sin preocuparse por la alimentación y el alojamiento.

“Para mí trabajar como misionera acá ha sido un privilegio, una experiencia inolvidable que sin duda alguna me hizo aprender a conocerme mejor como persona desarrollando nuevos talentos”. 

Labores educativas en IAU (Foto: Comunicaciones)

La respuesta a las oraciones

En esta misión se valoró en gran manera, la actividad misionera, la cual siempre estuvo presente gracias a los diversos proyectos externos que maneja el IAU.

Esto realizando visitas y estudios bíblicos cerca del instituto; una bella labor que ha tenido un gran alcance, donde Sarai cumplía un rol importante en la mantención de los espacios de adoración.

“Todos los viernes o jueves me dediqué a ir y ordenar el espacio para que el sábado los chicos pudieran tener un lugar limpio, un espacio donde poder reunirse”.

“Una hermana de iglesia me dijo que yo había sido la respuesta a sus oraciones, porque necesitaban que estuviera al pendiente del lugar y de limpiar todo, y llegué yo y creo que el Señor me bendijo con eso”. 

Sarai ha sido una bendición para su entorno luego de haber sido parte del Servicio Voluntario Adventista y la escuela de misiones, quienes enviaron a una joven chilena del sur de Chile a trabajar en el ministerio a casi dos mil kilómetros lejos de casa.

Sarai participando de feria educativa (Foto: Comunicaciones)

Tal como Sarai tú puedes ser voluntario o voluntaria y sumarte a la misión del SVA; sirviendo como enfermero, comunicador, instructor bíblico, entre otros.

Dios toca a tu puerta, súmate a la gran misión.