Los líderes adventistas oran por la situación política en Bolivia
Delegados e invitados del Concilio Anual dedicaron momentos para interceder por la vida de los habitantes del país.
Los noticieros internacionales reportan diariamente la situación que viven los bolivianos en las ciudad grandes y pequeñas. Antes de las últimas elecciones, realizadas el 20 de octubre, los habitantes ya pasaban por un momento de tensión. Pero el resultado en las urnas causó una agitación nacional, lo que también afectó la vida de miles de adventistas del séptimo día que residen allí.
“El país estuvo bloqueado. Tuvimos grandes desafíos como Iglesia”, describió el presidente de la denominación en Bolivia, el pastor Hiram Kalbermatter, durante el devocional de este lunes 11, con el que se dio inicio a un día de reuniones del Concilio Anual.
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Los miembros enfrentaron una serie de dificultades en el país, como señaló Kalbermatter. En relación con las restricciones para ir al trabajo y las reuniones eclesiásticas, por ejemplo. “Muchos de nuestros colegios [adventistas] se quedaron sin clases”, amplía. Ante los acontecimientos, los líderes de la denominación hicieron un llamado para que los fieles dedicaran tiempo para orar específicamente por un cambio de escenario.
Unidos en oración
“Lo que estaba sucediendo no podría resolverse de manera humana. Por eso, hace tres semanas la Iglesia se puso a orar por una solución”, destaca el líder. El sábado pasado, 9 de noviembre, los miembros fueron más allá: dedicaron el día a ayunar e intensificar las oraciones. A una velocidad extraordinaria, expresó Kalbermatter, un cambio sucedió el domingo 10. “Cuando el pueblo de Dios se arrodilla, él hace milagros que no podemos imaginar”.
Kalbermatter estimuló a los líderes de la Iglesia reunidos en el Concilio Anual a continuar en oración por el país y por los próximos desenlaces en la política nacional. El presidente de la denominación para ocho países de Sudamérica, el pastor Erton Köhler, también reforzó el pedido.
“En cada país [sudamericano], estamos enfrentando un desafío”, se refiere él a lo que ocurre en varias naciones del continente. “Vamos a recordar que cuando tratamos las cosas del Señor con seriedad, honestidad y oración, el Señor se encarga de cuidar de la sociedad. Dios está conduciendo todo. Es hora de levantarnos para mostrar que somos un pueblo de paz y esperanza”.