Escritos de Elena de White impactan vidas desde hace casi dos siglos
Norteamericana Elena White nació un 26 de noviembre de 1827, y su legado aún hace la diferencia en la vida de muchas personas.
Brasilia, DF… [ASN] El día 26 de noviembre de 1827 nacieron en los Estados Unidos, en el estado de Maine, en Portland, dos hermanas mellizas: Elena y Elizabeth. La primera, quien después de su casamiento se llamó Elena de White (lea su biografía completa aquí), llegó a ser mundialmente conocida como una de las fundadoras de la Iglesia Adventista del Séptimo Día y aceptada como profetisa. El próximo año, los adventistas en todo el mundo realizarán una serie de actividades para recordar el centenario de su muerte y resaltar su ministerio.
En su infancia, a los nueve años, una tarde al volver de la escuela a su casa, Elena fue herida por una piedra que una colega de clase le tiró. Quedó inconsciente durante tres semanas y en los años siguientes sufrió mucho como resultado del daño recibido en la nariz. Fue imposible para Elena continuar los trabajos escolares. En el año 1840 asistió con sus padres a una reunión de campamento metodista en Buxton, y allá, a los 12 años, fue bautizada en la Iglesia Metodista.
A pesar de las dificultades con su salud y la experiencia del llamado “gran chasco”, en 1844, se cree que Elena de White tuvo un fuerte contacto con Dios.
Durante toda su vida ella escribió más de cinco mil artículos y 49 libros, pero hoy, incluyendo compilaciones de sus manuscritos, están disponibles más de 150 libros en inglés y cerca de 90 en portugués. Según el Centro de Investigaciones que lleva su nombre en Sao Paulo, Elena de White es la escritora más traducida en toda la historia de la literatura.
Impacto de los escritos
Hoy el legado de Elena de White más concreto son los libros que ella dejó y que poseen una profunda influencia en la vida de muchas personas. En una rápida investigación por Facebook, en solo una noche se pudieron identificar varias historias de personas que tuvieron un contacto especial con los textos de Elena de White.
El joven Víctor Moreira, de Joao Pessoa, en Paraíba, es un ejemplo de eso. Él tuvo una educación cristiana en su hogar, pero tenía muchos interrogantes sobre los temas como el fin del mundo y el regreso de Jesús “Mi primer contacto con los libros de Elena de White fue al mirar en YouTube un video titulado Ley Dominical. El video era un documental donde narraba párrafos de los libros El Gran Conflicto y Eventos Finales. Quedé impresionado. Y además, todavía no sabía que todo eso que estaba estudiando era parte del mensaje adventista. Demoré hasta visitar la iglesia por primera vez, ¿el motivo? Elena de White. Cada vez que alguien citaba uno de sus escritos yo me preguntaba: ¿Por qué esos adventistas hablan tanto de ella? ¿Fue realmente una profetisa? Yo tenía el gran deseo (y aumentaba cada día) de leer El Gran Conflicto, pero estaba reacio conmigo mismo hasta que decidí investigar quien era Elena de White. Al leer el libro me impresionaba la sabiduría que ella tenía al describir varios asuntos. Sus palabras tenían la capacidad de hacer abrir los ojos a un ateo”, afirma.
“Me temo que los adventistas tienen razón”
Ya con el bachiller en Derecho, Edissel dos Santos, que vive en Palhoca, Santa Catarina, el contacto fue un poco diferente. Después de pasar por algunas iglesias, un día su esposa le habló sobre la Radio Nuevo Tiempo y de un libro llamado El Gran Conflicto. Mi esposa lo leyó pero yo no quise, porque todo lo que tenía la insignia adventista yo no lo apreciaba, pero creía que los adventistas eran serios en cuanto al conocimiento de la Biblia. Al terminar la lectura del libro, lo que hizo en tres días y medio, mi esposa dijo algo que me incomodó: Temo que los adventistas tengan razón acerca del sábado. Yo dijo: tú debes estar loca, la ley fue abolida en la cruz, el sábado ya no es necesario”.
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A partir de esa conversación Edissel estudió más la Biblia, tuvo contacto con otras personas, preguntó a los antiguos líderes de la iglesia y hasta que finalmente aceptó, después de mucho tiempo, leer el tal libro. A partir de eso vino un cambio repentino. Mi esposa todavía no aceptaba, pero percibió mi alegría al leer ese libro maravilloso, fue tan bueno leerlo que me impulsó a desistir de mi antigua iglesia y comencé a recibir un impulso para indagar todas mis convicciones. Entonces fui estudié el curso Encuentro con la vida. Todavía con temor oré a Dios y le dije: “Señor cuídame para que no entre en algo que no sea realmente de tu agrado”, recalcó.
En los próximos reportajes sobre Elena de White, habrá otras historias de conversión motivadas por la lectura de sus libros. Acompañe aquí en la ASN. [Equipo ASN, Felipe Lemos]