Libertador San Martin, Argentina [ASN] En el pensamiento de los líderes de la Iglesia Adventista en Sudamérica lo que importa no son los edificios de las instituciones. Lo que realmente importa es la capacidad que tienen esas instituciones para ser efectivas en el cumplimiento de la misión bíblica. El pastor Erton Köhler fue quien dirigió la inauguración de un ala nueva de la Facultad de Teología de la Universidad Adventista del Plata (UAP) y en el Sanatorio Adventista del Plata (SAP). Ambas ceremonias contaron con la presencia de los administradores de las 16 regiones que componen la División Sudamericana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en ocho países.

El pastor Köhler expresó: “Esta iglesia no tiene sanatorios; solo tenemos templos. Todo los que construimos es una extensión de la Iglesia”.

El viernes por la noche se cortó la cinta del nuevo edificio de la facultad de Teología. El pastor Delbert Baker, uno de los vicepresidentes de la Iglesia Mundial, afirmó que las facultades de Teología adventistas son fundamentales para la misión adventista y que deben ser ampliadas.

Las nuevas instalaciones del Sanatorio Adventista del Plata, abierto en 1908, se inauguraron con la presencia de los líderes adventistas, el sábado 2 de noviembre por la mañana. La institución de salud posee cerca de 200 camas y atiende, en promedio, 17 mil pacientes por mes, y muchos de ellos vienen desde varias partes de Argentina, Uruguay y otros países. El SAP constituye una referencia médica en la región de Entre Ríos y es, también, un gran centro de influencia espiritual. El pastor Carlos Gil, presidente de la Iglesia Adventista en Argentina, resaltó el trabajo hecho por los pioneros. “Dios bendijo la valentía de nuestros líderes en el pasado”, afirmó. Según el director general, Kenny Vicente, la intención del hospital argentino es ir más allá de los tratamientos convencionales de la medicina. En la práctica, la atención espiritual existe y se convierte en una característica distintiva.

La misión es la razón de existir: La palabra “misión” suena totalmente familiar en la UAP y el SAP, ubicados uno al lado del otro, en la pequeña comunidad de Libertador San Martín, con aproximadamente 7 mil habitantes (gran parte de ellos adventistas del séptimo día). El lugar respira el espíritu de dejar todo de lado para servir en lugares diferentes. Eso sucede, por ejemplo, con los estudiantes de Medicina que hacen sus prácticas profesionales también en el Sanatorio Adventista del Plata. Estos están entre los 60 o 70 alumnos que, cada mes y medio, parten para ayudar en la obra misionera fuera de Argentina.

Misioneros con credencial, como el sudafricano Evan Oberholster, de 26 años, quien está cursando el quinto año de Medicina en la UAP. Oberholster es hijo de misioneros que sirvieron en Zimbabue y Filipinas y ya tiene “en la sangre” el deseo de ser útil donde hay necesidad.

Él trabajó durante un tiempo en un hospital adventista en Lesoto, país africano, y regresó el año pasado. Pero los planes del joven no se detienen. Este muchacho pretende estar en Mozambique en julio del año que viene y está planificando también estar presente en proyectos en São Paulo (Brasil) y donde Dios lo envíe.

Ese es el mismo ímpetu que motivó a la brasileña Caroline Maciel, de 27 años, también estudiante de Medicina en la UAP. Carol, conocida así entre sus amigos, salió de Bacabal, en Maranhão, Brasil, para ir a Argentina, y lo que realmente quiere es ser misionera en el mundo. Ella ya ha ayudado a atender a comunidades pobres en la isla africana de Madagascar durante tres meses. “Allí vi extrema pobreza, un lugar que prácticamente no cuenta con ningún amparo. Lo interesante es que cambié mi concepción de misión. No somos nosotros quienes los cambian a ellos: son ellos quienes nos cambian a nosotros”, expresó la joven.

[Equipo ASN, Felipe Lemos]