Líder mundial dice que el mayor desafío de la Educación Adventista es mantener su identidad
El líder puso como ejemplo a seguir la Educación Adventista de América del Sur.
Brasilia, Brasil... [ASN] Con más de 7 mil instituciones adventistas, más de 95 mil docentes y 1, 864,352 estudiantes, la Educación Adventista en el mundo ha planteado algunas metas para este quinquenio (2015-2020); entre las cuales se encuentran la de fortalecer la identidad y la misión de la educación adventista, aumentar el acceso de más estudiantes y mejorar la capacidad profesional de los docentes de la red entre otras metas claras. La Agencia Adventista Sudamericana de Noticias (ASN) entrevistó al PhD Julián Melgosa, director asociado de Educación para la Iglesia Adventista en el globo, quien comparte sus impresiones al respecto.
Agencia Adventista Sudamericana de Noticias (ASN): ¿Cuáles son los mayores desafíos que presenta la Educación Adventista en el mundo?
Julián Melgosa: Los desafíos se ajustan a diferentes campos. Incluso en cada División hay desafíos que corresponden a áreas geográficas o a instituciones. No obstante, hay desafíos generales que prácticamente están presentes en todos los campos. Uno de los desafíos más grandes de la educación a nivel global es mantener la identidad adventista en cada una de las instituciones del nivel que fuera.
Otro de los grandes desafíos es que el cuerpo de docentes- y la meta es- sean miembros de la Iglesia Adventista. Hay en muchos lugares docentes que son adventistas de nombre pero que no comparten de una manera cabal, aunque no sean beligerantes, ese concepto de la enseñanza como ministerio en algunos campos del mundo. Y ese es también otro desafío.
Otro desafío y que está sectorizado es el de mantener la calidad de la enseñanza. La calidad de la Educación Adventista ha sido siempre uno de los desafíos y no siempre se da en situaciones donde, por ejemplo, las autoridades educativas locales, los gobiernos o las agencias acreditadoras que no son de la iglesia reconocen un programa de suficiente calidad. Pero frente a los criterios y a los estándares de la Iglesia Adventista aún le queda calidad para adquirir y ahí está otro desafío que no está presente en ciertos campos, pero que en otros sí. Afortunadamente, en Sudamérica el equilibrio es muy grande; tanto de la calidad educativa como de la identidad adventista reflejada en la misión de la iglesia. Es un privilegio tener a la División Sudamericana (sede sudamericana de la Iglesia) que puede ser una inspiración, un ejemplo, una orientación para otros campos en su contexto traduciendo el contexto.
ASN: Una tendencia de la educación en el mundo es la educación a distancia, ¿es una tendencia a ser efectiva en nuestra red?
JM: Por supuesto. Se está observando que en los últimos años la expansión de la educación a distancia, de una manera natural, se está engrandeciendo. No cabe duda que la educación se entiende como algo que debería alcanzar a la población general. No solamente a los privilegiados y, por supuesto, esta es una oportunidad para la Iglesia Adventista. Afortunadamente nuestros líderes que están en puestos de responsabilidad han tenido esa visión, y prácticamente en todas las divisiones del mundo se está promocionando la educación a distancia. Un ejemplo de ello es la División Sudamericana, donde no solo a nivel aislado, sino como a nivel corporativo, se está invirtiendo en este ámbito de forma tal que el crecimiento de la educación a distancia es considerablemente superior al crecimiento de la educación presencial. Se está observando que de cara al futuro puede ser la única oportunidad de alcanzar a un número suficiente, o al menos, significativamente superior al número actual.
ASN: ¿Cuáles son las metas de crecimiento de la Educación Adventista en el mundo?
JM: Al crecer en feligresía hemos de entender que, de una manera natural, el ámbito educativo también tiene que crecer. Entonces a medida que se le sirve a una persona de manera espiritual, también se le sirve desde el punto de vista educativo. Sin duda, el crecimiento de la iglesia no va parejo al crecimiento de la educación. La iglesia crece más de prisa de lo que crece el ámbito educativo. Pero allí está parte del desafío y del espíritu de seguir invirtiendo y seguir ofreciendo suficiente atención al ámbito educativo, porque la educación es el futuro de la iglesia. Si no hay una educación fuerte no habrá una iglesia fuerte. Incluso pueden hacerse grandes esfuerzos de crecimiento, pero como no se sostenga mediante una obra educativa adecuada donde se ayude a los jóvenes a crecer en el entendimiento de las características y de la misión de la iglesia, es muy posible de que los miembros de iglesia puedan ir perdiéndose con el tiempo. Porque no existe esa fortaleza y esa base. De ahí la gran importancia de la educación adventista en relación a nuestra iglesia.
ASN: ¿Cuán importante es la Educación Adventista para nuestros días?
JM: La Educación Adventista ha sido históricamente un cuerpo de sistema curricular a afectos desde el punto de la filosofía. La educación ha sido muy progresista desde sus comienzos. Las personas no han llegado a entender ciertos principios que existían hace 100 años, 120 años, y que la tendencia de la educación en general no seguía esos principios. Solamente algunos expertos vislumbraban algunas de estas ideas avanzadas en el pasado. Estamos hablando del siglo IXX y principios del siglo XX. Nosotros creemos que la validez de esos principios tiene que ver con la inspiración por parte del Espíritu Santo mismo en los escritos de Elena White, en cuanto a educación. Ella tiene muchos escritos que tocan a principios educativos. Entonces lo que durante décadas en el pasado han sido principios de gran valor, en la Educación Adventistas se empiezan a implementar de una manera más amplia.
Hay unos sistemas que en número y en recurso son superiores al de la Iglesia Adventista, por ejemplo, y cuando uno visita esos lugares de enseñanza ve que están cargados de edificios y tienen sus laboratorios, y tienen sus aulas de avanzada en cuanto a tecnología, pero ahí están pegados el uno al otro; no hay árboles, no hay pasto, no hay flores y entonces vemos ese toque que es importante que es el asunto estético de la educación que falta. Todos esos son ejemplos de cómo la Educación Adventista ha sido progresista desde hace muchas décadas y otros sistemas miran a la Educación Adventista para poder inspirarse en sus planes. Por eso creo yo que la Educación Adventista es muy actual y muy necesaria en la sociedad de nuestros días.
ASN: ¿Cómo la Educación Adventista mundial ha visto el involucramiento de las instituciones brasileñas de enseñanza superior en la formación de nuevos misioneros? ¿De qué manera eso ayuda a fortalecer la misión de la Iglesia?
JM: He observado que el papel de la División Sudamericana en los últimos 25 años ha ido progresando de una manera muy significativa en el campo mundial. Los misioneros históricamente vinieron a Sudamérica a traer el mensaje adventista y así lo hicieron durante varias décadas. Luego hubo un tiempo en el que la División Sudamericana creció espectacularmente. Recientemente llegó el momento en que el número de representantes de la División Sudamericana ha crecido de una manera notable en el mundo entero. De forma que hoy en varias divisiones hay lugares de misión que están ocupados por obreros sudamericanos. Especialmente obreros cualificados. Obreros que son médicos, ingenieros, que son especialistas en algún ámbito del saber y de la enseñanza, de la arqueología, la teología. He observado que ese número ha ido creciendo y la oportunidad para misioneros de Sudamérica de devolver ese favor que se hizo hace décadas es muy actual. Y por el desarrollo que está existiendo hoy en Sudamérica no se puede decir otra cosa que en el futuro ese servicio del obrero sudamericano en el resto del mundo ha de aumentar. [Equipo ASN, Cárolyn Azo]