Durante los días 23 y 24 de abril, la Iglesia Adventista del Uruguay recibió la presencia del pastor Ted Wilson, presidente mundial de la Iglesia Adventista, junto al pastor Erton Köhler presidente de la Iglesia Sudamericana. Con ellos también los acompañaban sus respectivas esposas: Nancy Wilson y Adriane Köhler. Además dentro de la delegación se encontraron el pastor Magdiel Pérez Shultz, asistente de la presidencia de la Asociación General; Davi França, asistente de la presidencia de la División Sudamericana y Andrew McChesney, periodista, editor de la Carta Misionera Trimestral de Escuela Sabática.

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Luego de una calurosa recepción en el Puerto de Montevideo, la comitiva partió hacia la iglesia central, en donde se celebró un culto de adoración titulado: “Llamados a Adorar”; en el cual participaron las iglesias locales. Hubo momentos de alabanza, oración y con la palabra principal de los visitantes. También se efectuó un bautismo como fruto del trabajo evangelístico local.

La jornada del martes 24 comenzó con la visita al Liceo Adventista de Montevideo. Allí fueron recibidos por el personal de la institución y realizaron un recorrido por las instalaciones. Los alumnos de la casa de estudios expusieron parte del trabajo del Plan Maestro de Salud y Espiritualidad en artes visuales. Luego de la exposición, los visitantes finalizaron con unas palabras alusivas para los alumnos presentes.

Continuando con el recorrido, la delegación se dirigió hasta las instalaciones de la sede la Iglesia Adventista en Uruguay. Allí mismo se estaba llevando a cabo la Asamblea de Pastores, en la cual los lideres compartieron palabras de esperanza para los presentes.

Esta visita tuvo como propósito mostrar el avance de la Iglesia Adventista en el país. “Uruguay es tierra de oportunidades… Nuestro sueño es tener muchos uruguayos en el Reino de los Cielos. Deseamos que sigan avanzando haciendo discípulos a través de Comunión, Relación y Misión para tener una iglesia más saludable, más feliz y más fructífera por la gracia del Señor”, declaró el pastor Erton Köhler, presidente de la Iglesia para ocho países de Sudamérica.