Brasilia, DF… [ASN] A partir de 2017 cada congregación de la Iglesia Adventista en América del Sur deberá nombrar por lo menos un coordinador de estudio del Espíritu de Profecía. La idea es estimular a los miembros a leer los libros de Elena de White y a crecer en el conocimiento bíblico. De acuerdo con la Iglesia Adventista, la profecía es uno de los dones más importantes del Espíritu Santo. Junto con otros dones espirituales, el don de profecía tiene en cuenta el concepto bíblico, promueve el crecimiento espiritual de cada miembro, como también de todo el cuerpo de la iglesia.

Es parte del plan quinquenal del departamento de Espíritu de Profecía de la Iglesia Adventista en ocho países de América del Sur implantar cuatro columnas del área en las 16 uniones (regiones administrativas) que componen la División Sudamericana. Esa es el área responsable de fomentar la lectura y el estudio de los libros escritos por Elena de White, escritora norteamericana que recibió visiones de Dios y escribió sobre diversos temas. Se la considera una de las 100 norteamericanas más influyentes de todos los tiempos.  El director del departamento, pastor Hélio Carnassale, presentó este semana el plan de trabajo para los próximos cinco años con la creación de cuatro columnas del Espíritu de Profecía.

“El esfuerzo es en el sentido de nombrar por lo menos un coordinador de Publicaciones y Espíritu de Profecía para la iglesia local. En seguida, los elegidos recibirán capacitación por medio de un manual que está siendo preparado por la División Sudamericana, y que deberá estar listo hasta noviembre de este año. Después de esa etapa, cada Unión deberá promover encuentros y simposios sobre el asunto tres veces durante el cuadrienio, y un simposio por unión cada cinco años. “Esos encuentros van a mostrar a los participantes la importancia de esa área para la iglesia”, afirma Carnassale. Y, finalmente, las inversiones serán en el sentido de implantar un mini centro Elena de White en las iglesias.

Además, de acuerdo con Carnassale, “las publicaciones van a tener un papel muy importante no solo de fijación del conocimiento de la fe, como también en el sentido de preparar un pueblo para el regreso de Jesús, así como Juan el Bautista preparó el camino para Jesús. Ellas actuarán en la vida de las personas para que puedan afirmarse en los principios bíblicos” [Equipo ASN, de la redacción].