Lúcia creció en un hogar marcado por la violencia. Su padre era alcohólico, maltrataba a su madre con frecuencia y no era un buen padre para sus hijos. Cuando conoció a su esposo, Sebastião Soares, sintió que en su futuro hogar todo sería diferente. Se casaron en 1978, pero después del segundo año de matrimonio las cosas comenzaron a suceder "de una manera terrible".

“Yo fui quien causó todo el pánico en mi casa”, reconoce Sebastião, recordando que todo el dinero que recibió por su trabajo lo utilizó para mantener su adicción a las bebidas, mientras que su esposa estaba en casa sin comer. En una ocasión, mientras estaba borracho, Lucía quiso hablar con él. “Cuando comenzó a hablar, levanté la mano, y por primera vez, le golpeé la cara a mi esposa. A esa persona a la que había prometido amar en el altar, ahora la estaba tirando al suelo de una bofetada”.

Para él, el matrimonio no tenía más solución. Pero la respuesta a todos los problemas estaba al lado de la casa donde vivían. Lucía estaba interesada en una reunión que tuvo lugar en la casa de su vecina, que asistía a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, y le sugirió a su esposo que compraran una Biblia.

Después del duodécimo estudio que siguieron, dijo que quería bautizarse. Bastos, como se lo conoce a su esposo, reconociendo que se trataba de un paso hacia un nuevo comienzo, decidió hacer lo mismo. Tomaron la decisión en 1982.

Vea el video promocional y sepa lo que tiene que hacer:

Su historia está directamente relacionada con la Semana Santa de este año, que destaca la restauración que se puede encontrar en Cristo. Los problemas y desafíos, por muchos que sean, pierden importancia cuando consideramos lo que se  puede hacer mediante la fe en Dios. “Necesitamos ayudar a las personas a encontrar esperanza. El regreso de Jesús llena el corazón de consuelo de que este mundo no representa el fin. Esta esperanza consuela a todos los que están sufriendo”, enfatiza el pastor Herbert Boger Jr., director del Ministerio Personal de la Iglesia Adventista para   ocho países de Sudamérica.

Aunque tiene un énfasis espiritual, Boger Jr. cree que el mensaje de Semana Santa debe traer alivio a otras esferas de la vida, como la social, especialmente ante la nueva pandemia del coronavirus. Una de las propuestas para esto es el proyecto Más amor en Pascua, una iniciativa de la Acción Solidaria Adventista (ASA) que, por segundo año consecutivo, tiene el objetivo de juntar y distribuir alimentos, ropa y donación de sangre.

Este modelo, detalla, se basa en el método que usó Cristo para satisfacer las necesidades de las personas. “Pasaba tiempo con ellos, les suministró lo que necesitaban y luego les enseñó de la manera bíblica. Y este servicio puede ser una de las oportunidades para invitarlos al programa de este año”, subraya Boger Jr. En Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay, los encuentros se realizarán del 27 de marzo al 3 de   abril.

Esperanza digital también

Pero ante la crisis sanitaria, que requiere un cuidado especial, ¿cómo debería funcionar la Semana Santa de 2021? La Iglesia Adventista recomienda que las reuniones se realicen de forma virtual para garantizar la seguridad de todos. “No cambia casi nada llevar a cabo el programa de manera virtual. Allí puedes tener un contacto privado con cada persona, mencionando el nombre, valorando las experiencias de cada uno”, sugiere el pastor Herbert Boger Jr.

Por eso, los contenidos de este año fueron diseñados para tener más alcance, y servir a quienes han invertido en Internet como un medio para permanecer conectados con las personas de forma segura. Además de videos y  otros materiales en alta definición, también se encuentran disponibles versiones con tamaños más pequeños para ser enviados por WhatsApp, Telegram y otras aplicaciones de mensajes. Para aquellos que viven en lugares donde hay una limitación de red o inestabilidad de conexión, también hay disponibles sermones en audio.

Pero la Semana Santa no es solo para adultos. El Ministerio Infantil preparó canciones, materiales interactivos y una serie de videos, con ocho episodios, que cada día traerán un tema y una lección diferente. “Debido a la pandemia, producimos algo que podría usarse en la iglesia, si es posible, en pequeños grupos en línea o incluso en casa, para apoyar a los padres en este momento”, explica Gláucia Korkischko, directora del departamento para ocho países en Sudamérica.

Cada región trabajará en su propia estrategia con los niños, siempre siguiendo el mismo principio: hacer que los encuentros sean virtuales. En algunos lugares, se transmitirán programas especiales para niños y niñas. En otros, la aplicación Zoom los conectará y permitirá que la reunión sea aún más dinámica.

La música especialmente preparada para la ocasión trae un mensaje de cariño, cuidado, consuelo para que entiendan que si algo se rompió, como su corazón, Jesús lo puede restaurar. “Al igual que lo hace con las familias que enfrentan problemas. Queremos que todos estén seguros de que, con Cristo, es posible vencer el pecado, que es el más grande de todos los virus”, dice Glaucia. Pero hay un desafío para cada participante: compartir estos mensajes con un compañero de escuela, un vecino y un familiar. "Queremos que ellos también participen en la misión". También se encuentran disponibles recursos exclusivos para adolescentes.

Vea el teaser de la serie Restaurados en Cristo:

Nueva jornada, nuevos resultados

La Semana Santa también inicia un nuevo ciclo para aquellos que tendrán contacto con la Iglesia Adventista por primera vez, o que deseen prepararse para el bautismo. Este nuevo período de estudios y clases bíblicas se  extiende al evangelismo femenino, que se lleva a cabo en junio, y luego en septiembre, con el bautismo de primavera.

Para ello, se utilizará un nuevo curso bíblico, llamado Jesús - Restaurador de Vida, que está disponible en formato digital y que también trae una serie de videos presentados por el pastor Luís Gonçalves, evangelista de la denominación para ocho países sudamericanos. “Nuestra intención es llevar a Jesús más profundamente a quienes han tenido contacto con Cristo, para que puedan ser verdaderamente restaurados”, señala Boger Jr.

Después del bautismo de Lúcia y Sebastião, entendieron que ese mensaje que había transformado sus vidas no podía quedarse solo en sus corazones. Primero se lo dijeron a sus familias y luego ampliaron el alcance de la esperanza que encontraron para otros corazones. “Nuestro hogar se ha convertido en una puerta abierta para los jóvenes de la iglesia. Hoy puedo decir con toda convicción que Lúcia y yo, ya hemos bautizado, por el poder de Dios, a más de mil personas”, dice el esposo.

Para obtener más detalles, ingrese a: adv.st/restauradosencristo