Hace más de 50 años que en el mes de septiembre se vienen intensificando las acciones en favor de los niños y adolescentes, y es uno de los meses más significativos para la Iglesia Adventista y sus miembros. En este período se realiza el Bautismo de Primavera, una ocasión en la que miles de niños expresan de manera pública su deseo de seguir a Cristo. Como resultado de sus decisiones, otros también desean prepararse y hacer lo mismo.

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Esto forma parte de un proceso que comienza mucho antes, con estudios bíblicos contextualizados y que conducen a una comprensión clara del sacrificio de Jesús y del plan de Dios para el ser humano. Ya sea en un templo local, en un Grupo Pequeño o por medio de otras iniciativas, comprender y aceptar la visión presentada en la Biblia es clave a la hora de justificar su decisión.

Pero el mes de septiembre también engloba otras iniciativas de evangelismo que impulsan la actividad misionera de la Iglesia y construyen puentes entre personas que desean conocer más sobre las Sagradas Escrituras, con quienes un día dejaron de asistir regularmente a las reuniones o con quien no consta más como miembro de la denominación.

Un mensaje silencioso

Uno de estos es la Semana del Pañuelo. En toda Sudamérica, personas de diferentes franjas etárias decidieron transformar los últimos cinco días (del 13 al 17 de septiembre) en oportunidades para compartir dos mensajes: la valoración de la vida y la relevancia social y espiritual del Club de Conquistadores. Durante todo el día, ya sea en el trayecto al trabajo, en el transporte público o hasta dentro de un hospital, los miembros del Club llevan en el cuello el pañuelo amarillo, de manera que despierten el interés de las personas y exhiban el símbolo de la lucha contra el suicidio dentro de la propuesta de Septiembre Amarillo.

La actividad fue también un camino para conectar a personas que a lo largo del tiempo dejaron de asistir a las actividades del Club, y en diversos casos, a la Iglesia Adventista. Por eso, los conquistadores tuvieron el desafío de visitarlas para recordarles el tiempo cuando fueron miembros de la agrupación e invitarlas a volver.

“En cada iglesia tenemos una clase bíblica, y todo conquistador participa. Quién fue bautizado ayuda a quien no lo fue y así discipula a otros”, enfatiza el pastor Udolcy Zukowski, director de los Conquistadores para ocho países de Sudamérica.

¿Y qué más pueden hacer los conquistadores para participar en el evangelismo? En 2022, el objetivo es que cada uno invite a un amigo para formar parte del club. Con eso, se interesarán por las aventuras, campamentos y otras actividades. Sin embargo, el objetivo principal, enfatiza Zukowski, es despertar en ellos el deseo de estudiar la Biblia.

Pero mientras llega el próximo año, este sábado, 18, cuando se conmemora el Día Mundial de los Conquistadores, el desafío es que los participantes lleven a exintegrantes al programa en los templos locales, los que ya están autorizados a funcionar con los debidos protocolos, e inviten a personas para la Semana de Esperanza, un proyecto de evangelismo que comienza en esa misma fecha.

Esperanza para este tiempo

Con una pandemia en curso y un saldo negativo en diversas áreas, como la economía, 2020 y 2021 fueron años desafiantes para los individuos, familias, religiosos y ateos. La pérdida de seres queridos por la COVID-19 y el aumento del desempleo, por ejemplo, resultaron en problemas físicos, sociales y emocionales.

Frente a esto, la semana Esperanza más allá de la crisis nace como una respuesta positiva a la pandemia para mostrar que, a pesar de la situación, Dios está al control de la historia. Por eso, hasta el día 25 de septiembre, los templos adventistas estarán con las puertas abiertas para recibir a los invitados que se acerquen para seguir reflexiones bíblicas y mensajes de ánimo. Para encontrar la iglesia más cerca de usted haga un clic aquí: encuentre una iglesia.

“Queremos que las personas tengan un encuentro real con Cristo, especialmente en un escenario tan desolador como el que estamos viviendo. Queremos que vean que él puede sanar las heridas, transformar la vida y estar a nuestro lado en todo momento. Este encuentro es una oportunidad para resaltar que el amor de Jesús está por encima de cualquier situación, de cualquier adversidad”, enfatiza el pastor Luis Gonçalves, evangelista de la Iglesia Adventista para Sudamérica.

Pero el desafío de invitar a otras personas para que sigan este programa no está restringido a los adultos. Los niños y adolescentes también están directamente involucrados en el encuentro, que inclusive tiene contenidos exclusivamente preparados para ellos. El desafío es que lleven al menos un amigo a las reuniones, ya sean presenciales o virtuales.

“Queremos que estén involucrados de dos maneras: la entrega de sí mismos a Jesús a través del bautismo, y la misión con los amigos para acercarlos a Jesús. Muchos de ellos ya están preparando a sus amigos para bautizarse juntos, y otros tantos aprovechan esta semana para lograr llevarlos a la iglesia por primera vez”, explica la profesora Glaucia Korkischko, directora del Ministerio Infantil y del Ministerio del Adolescente para ocho países sudamericanos.

Conozca como involucrarse: