La misión de enseñar la Biblia
Datos de 2022 muestran como los adventistas estuvieron dedicados a predicar y dar estudios bíblicos.
Si todas las personas que recibieron estudios bíblicos de la Iglesia Adventista en Sudamérica en el último año estuvieran reunidas en estadios de fútbol, sería posible llenar cerca de siete Camp Nou, el famoso estadio español que tiene una capacidad para poco más de 99 mil personas. Fueron 704.786 alumnos que conocieron más de la Biblia por medio de diferentes plataformas e iniciativas.
Entre ellas está la Escuela Bíblica de Nuevo Tiempo, que ofrece atención vía WhatsApp, lo que posteriormente se redirige a los templos locales, para que se haga un seguimiento y recibimiento de los interesados en conocer la Iglesia Adventista.
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Pero el estudio bíblico presencial tradicional, ya sea individualmente o en parejas, debe ser valorado. Existe público para todos los formatos. “La Iglesia está siempre atenta a nuevas formas y métodos para enseñar la Biblia porque las personas están constantemente cambiando hábitos y preferencias. No existe solo una fórmula para despertar el interés de una persona para estudiar la Biblia, por eso es necesario estar sensible a la voz del Espíritu Santo. Para los que quieren conocer más sobre la Biblia, el Espíritu Santo también tiene un papel fundamental. Es él quien nos capacita para comprender las orientaciones de Dios”, afirma el pastor Rafael Rossi, evangelista para ocho países sudamericanos.
Misión sin fronteras
La predicación del evangelio, sin embargo, va más allá de las fronteras geográficas. Los proyectos como Misión Caleb, Un Año en Misión y el Servicio Voluntario Adventista, que envía personas para apoyar a la Iglesia en Sudamérica y en otros países, también integran la meta de enseñar sobre la Biblia en todo el mundo.
Hoy, 400 misioneros sudamericanos están colaborando con iniciativas adventistas en 39 naciones diferentes. En algunos de esos países deben trabajar de manera silenciosa, ya que el cristianismo no está permitido. En otros, pueden hablar libremente, abrir grupos pequeños y hasta plantar iglesias. Esos proyectos pueden ser permanentes o temporarios, dependiendo del objetivo de cada misión.
Para el pastor Herbert Boger Jr., director del Ministerio Personal de la Iglesia Adventista en Sudamérica, “debe seguirse el ejemplo que dejó Jesús en el cumplimiento de la misión. Jesús dejó el Cielo para atender las necesidades individuales de personas que para él eran únicas. Por tener público para realidades diferentes, atender a las personas en sus realidades actuales es esencial”.
Algunos proyectos pueden no mostrar sus resultados inmediatos, pero son la clave para que alguien se interese en estudiar la Biblia. Un ejemplo de eso es el Impacto Esperanza. El año pasado, miles de adventistas distribuyeron libros en calles, plazas y lugares por donde pasaron. Los 237.765 jóvenes voluntarios en Misión Caleb usaron sus vacaciones para ofrecer servicios a la comunidad y predicar. Otros 405 misioneros dedicaron un año de su vida para el mismo objetivo, por medio de Un Año en Misión.
El resultado de esas iniciativas variadas fue de 220.301 personas bautizadas entre enero y diciembre de 2022.
Vea todos los datos en el siguiente infográfico:
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