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La influencia de jóvenes altera la vida de los habitantes del Amazonas

Influenciados por proyectos de los adventistas, Valter y Denilson conocieron el mensaje bíblico y decidieron ser bautizados


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El pastor Carlos Campitelli abraza a Valter Baía segundos después de su bautismo en la Convención Maranata. (Foto: Ellen Lopes)

Ayudar a salvar personas es uno de los propósitos de vida de Silvana Reis. Una forma de hacerlo es por medio de las campañas de donación de sangre que ella coordina en un banco de sangre de Manaos, en el Amazonas, donde vive. Cierto día, ella descubrió que un grupo de la Iglesia Adventista haría donación de sangre en la misma fecha que ella agendaría su campaña. Así, entró en contacto con los responsables para obtener más informaciones y ofrecer apoyo para que la campaña fuera hecha en conjunto. De esta forma, Silvana conoció el proyecto Vida por Vidas.

El día marcado, la donación de los grupos ocurrió en un templo adventista. A Silvana le gustó el apoyo y continuó coordinando campañas con los jóvenes de la denominación. Después de algún tiempo, comenzó a asistir a la Iglesia Adventista, recibió estudios bíblicos y se bautizó en 2020.

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Silvana comenzó a coordinar las campañas del proyecto Vida por Vidas en la región central del Amazonas. Reuniones y actividades se realizaron en su casa y su marido Valter Baia comenzó a convivir con los jóvenes adventistas. Hasta entonces, él había rechazado invitaciones para ir a la iglesia, pero comenzó a interesarse por el mensaje adventista por la influencia del grupo joven. Más tarde aceptó estudiar la Biblia y también decidió bautizarse.

Su bautismo fue presenciado por cerca de 20 mil personas la noche de apertura de la Convención Joven Maranata, el 29 de mayo, en el Estadio BRB Mané Garrincha, en Brasilia. “El bautismo fue mi mayor y mejor decisión. Es un hito, un divisor de aguas en mi vida. Me siento una persona nueva. Cada saludo y abrazo que recibo me emociona. Ya dejé escapar algunas lágrimas, pero son lágrimas de felicidad”, asegura Baia.

Su esposa oró durante casi seis años por su entrega. “Se demoró, pero en ningún momento perdí mi fe, pues sé que todo ocurrió en el tiempo de Dios, y no en el mío. Él me honró, y el bautismo fortaleció más mi fe. Estoy feliz y muy agradecida al Dios que sirvo”, resalta Silvana Reis, emocionada.

El bautismo representa una manifestación pública del deseo de seguir a Cristo. (Foto: Ellen Lopes)

De la cancha de vóley al bautisterio

Denilson Barbosa comparte una experiencia semejante a la de Baía. Él también fue bautizado en el Estadio BRB Mané Garrincha, pero en el cierre de la Convención Joven Maranata, el 1º de junio. Su decisión la hizo después de conocer la Iglesia Adventista por influencia de los amigos con quienes juega al vóley.

Él también vive en el Amazonas, en la ciudad de Rio Preto da Eva. Fue allá que los miembros de un templo adventista decidieron crear un proyecto para alcanzar a otros jóvenes. Sin embargo, dos facciones que controlan el barrio donde está ubicada la iglesia no permitieron que se realizara el trabajo. Entonces, en lugar del proyecto, los miembros crearon un grupo para jugar al vóley en un terreno al lado del templo, y así lograron hacer contacto con los jóvenes de la comunidad.

Los juegos semanales atrajeron a muchas personas, entre ellas a Barbosa, el cuñado de Leandro Souza, que organiza los partidos de vóley. Después de establecer lazos de amistad con los jóvenes adventistas, él fue invitado al programa de la Semana Santa de este año y, al final de este, comenzó a estudiar la Biblia.

Denilson fue bautizado por el presidente de la Iglesia Adventista para ocho países sudamericanos, el pastor Stanley Arco. (Foto: Ellen Lopes)

Vida transformada

Después de ocho años de lucha contra el vicio del alcohol y una vida influenciada por personas malas, como cuenta, él se sintió diferente cuando conoció a Dios.

De acuerdo con su cuñado, hoy demuestra ser otra persona. “Puedo decir con seguridad que él es una persona transformada para la honra y gloria de Dios. Me sentí muy feliz por su decisión y por la oportunidad de concretarla en el Maranata. Agradezco a Dios y a este ministerio lindo que desarrollan los jóvenes adventistas para buscar a personas para el Reino de Dios”, afirma Souza.

Para Denilson, todo lo que ocurrió en su vida tiene un propósito divino. Ahora que está bautizado, él quiere alcanzar a otros jóvenes para que tengan la misma oportunidad de

transformación que él vivió. “Estoy muy feliz por haber sido bautizado en un evento tan grande como esta Convención Joven. Siento que Dios me llamó para una misión, y por eso quiero llevar su Palabra a personas que creen que no tienen más salvación”, finaliza.


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