Luego de tantos años de trabajo y oración, el sábado 9 de noviembre y con más de 70 personas, se abrió una congregación adventista en la Clínica Adventista Belgrano (CAB). Los vecinos del barrio de Belgrano R de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina, la visitarán cada sábado y continuarán estudiando la Palabra de Dios para ser discípulos. “Estamos comenzando una nueva etapa que tiene sus desafíos. Ahora, deseamos que estas personas que se bautizaron sean discípulos de Jesús. La verdad, es un privilegio estar cerca del lugar donde el Espíritu Santo obra en el corazón de las personas”, remarca el pastor David del Valle, coordinador del equipo de capellanía de la Clínica.

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Pero este último sábado también “marcó el fin de una etapa muy importante. Cuatro años de mucho trabajo, oración y formación de un equipo”, sintetiza el jefe de capellanes.

Ubicada sobre la calle Estomba al 1700 en la Capital Federal, esta institución cumplió 60 años cuidando la salud de millones de personas. Pero más allá de la salud física, para los integrantes de la Clínica el área mental y espiritual son pilares fundamentales en la salud integral de cada persona.

Hace cuatro años se comenzaron a realizar, con más frecuencia, talleres para la reducción del estrés, cocina saludable, psico-educación, bienestar emocional y el plan para dejar de fumar. Con una asistencia aproximada de más de 300 personas por semana, la necesidad por lo espiritual también comenzó a crecer. “La gente comenzó a acercarse y fuimos teniendo estudios bíblicos con ellos. La gente fue tomando decisiones”, recalca el pastor del Valle. Y agrega: “Hay momentos donde vos ves la mano de Dios de manera muy palpable. Cuando las personas toman decisiones que son para vida eterna uno siente que está cerca de Dios”. Durante estos años más de 30 personas entregaron su vida a Dios como resultado de asistir a los diversos talleres.

La buena noticia, además de la inauguración de esta nueva congregación de la Iglesia Adventista, fue ver el bautismo de dos personas: Graciela Oberti y Alejandra Bertolucci. Y como si fuera poco, Sol, hija de Graciela, está estudiando la Biblia por el testimonio de su madre.

Tratando de entender cómo Dios ha sido bueno con cada uno de los que soñaron esto hace tiempo atrás, el pastor David reflexiona: “El Espíritu Santo te sorprende cada vez más. Desde mi humilde punto de vista, cuando uno se da cuenta que no sabe nada es cuando uno recurre a Dios. Todo esto es un verdadero milagro. Y surgió de un equipo que sintió una enorme necesidad al no saber. Y cuando uno tiene una enorme necesidad porque no sabe, esa es la oportunidad de Dios para mostrarte que él es el que guía las estrategias, su iglesia, la obra. El sábado pudimos verlo”, concluye el pastor David del Valle.