Buenos Aires, Argentina...[ASN] El 5 de agosto fue un día de celebración y compromiso para los Adventistas del Séptimo Día en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. En muchos puntos de la capital federal y la provincia de Buenos Aires se pudo percibir la bendición que significa ser parte de un Grupo Pequeño.

Amistad, afecto, confianza son algunos de los elementos que componen la experiencia. Una reunión semanal donde un Grupo Pequeño de personas se reúnen, en algún hogar, para disfrutar de la oración, el estudio de la Biblia, pero también preocuparse por quienes no están bien y la necesidad de hacer algo para ayudarlos. Esta dinámica ha sido parte de la Iglesia Adventista por muchos años. Es una de las mejores formas de mostrar a la comunidad que cada persona es importante para Dios y para la iglesia. Por eso este año el énfasis fue descrito en dos palabras: Conectando Vidas.

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En la zona norte de Buenos Aires, en el Instituto Adventista Los Polvorines, más de 500 jóvenes se reunieron para compartir una jornada especial. El pastor Alejandro Brunelli, líder del Ministerio Joven en Argentina, junto al pastor Raúl Kruse, líder de jóvenes en Buenos Aires, desafiaron a la juventud a ser una “Generación 148” (El nombre deriva del texto bíblico Romanos 14:8).

Alrededor de 90 jóvenes aceptaron el desafío de ser líderes de grupos o bases para cuidar y animar al resto de los jóvenes a estar cerca de Dios.

En el sur del Gran Buenos, específicamente, en el teatro municipal de Lomas de Zamora, 10 distritos y alrededor de 470 personas que participan en Grupos Pequeños, compartieron historias de vida, momentos de alabanza y oración.

El pastor Caviglione, presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Argentina; el pastor Roselot, líder de Evangelismo en Argentina acompañados por el pastor Bentancor, presidente de la Iglesia Adventista en Buenos Aires y el pastor Cascardo, líder del área misionera en Buenos Aires, invitaron a los participantes a un compromiso mayor de los cuales 190 decidieron formar nuevos Grupos que conecten a más personas con Dios.

La diversidad e integración según las edades y sus intereses son una de las razones que permiten que se organicen Grupos Pequeños de niños, donde se les enseña, por ejemplo, sobre un estilo de vida saludable. También, existen Grupos Pequeños de músicos y para músicos, como el fundado por Enrique Fasuolo, un luthier que ama este arte y comparte la esperanza de esta manera.

Estos son algunos de los Grupos Pequeños de las iglesias que pertenecen a los distritos eclesiásticos de Liniers, Parque Avellaneda y Del Centro; ubicados en la capital federal.

Así mismo, el interior bonaerense se animó a desafiarse y crecer en la multiplicación de la esperanza. Las iglesias de Dolores, Chascomús, Tandil y La Plata sumaron más líderes de Grupos Pequeños y 5 personas aceptaron a Jesús a través del bautismo.

En el partido de Ingeniero Budge, en el barrio Tongui, dos Grupos Pequeños decidieron dejar en las manos de Dios un sueño y comenzar a reunirse para formar una nueva iglesia. Hoy, son 6 los grupos que se reúnen cada semana y que comparten con la comunidad el mensaje de esperanza.

Las historias continúan. Más de 30 alumnos del Instituto Adventista Balcarce se comprometieron a formar Grupos Pequeños en el internado para cuidar de la vida espiritual de sus compañeros.

En una sociedad donde conectarse con lazos fuertes y reales es un desafío cada vez mayor, el compromiso de muchos líderes en continuar creyendo en estos grupos y la decisión de otros a formar nuevos, fue motivo de bendición para la Iglesia Adventista presente en Buenos Aires. [Equipo ASN, Eliana Villegas]