Un joven apuesto conquistó el corazón de ella y decidieron caminar juntos. Como es de esperarse, al principio todo era felicidad coloreado con muchas risas. Pero esos momentos solo se quedaron en eso: momentos, instantes y recuerdos del pasado.

Milagros Villanueva Pineda pensaba en “aprovechar” sus años de juventud y, junto a su enamorado, participaron en diferentes actividades que, poco a poco, la iban alejando de la Iglesia hasta que, finalmente, la alejó por completo.

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Parecía que ese Dios del que tanto había escuchado desde niña, se había ido de su lado. “Ya no tenía paz en mi corazón y olvidé mi comunión con Cristo”, afirma Milagros. Así pasaron cinco años. En su mente retumbaban aquellos gratos recuerdos de su niñez, cuando asistía a la Iglesia adventista junto a sus padres y su abuela materna, quien le había enseñado a amar a Jesús y la iglesia.

Al cabo de esos años, Milagros escuchó sobre la Escuela de Misiones, un programa de la Iglesia adventista que entrena a jóvenes para ir a servir en cualquier continente del globo terráqueo. Esta idea le pareció fantástica y empezó a asistir, intentando integrarse nuevamente. El interés era cada vez mayor hasta que, finalmente, fue graduada como misionera.

Casi a finales del 2019, acudió a su chequeo de rutina y allí los médicos descubrieron la presencia de una enfermedad delicada en ella. “Esto fue el detonante para volver a la Iglesia y recuperar mi relación personal con Dios. Tener paz y enfrentar este momento de su mano”, expresa.

En febrero del 2020, Milagros Villanueva asistió a la semana “Rescatados” en la Iglesia anfitriona Nuevo Tiempo “España”, lugar desde donde Nuevo Tiempo Perú transmitió en vivo, mensajes de esperanza. Y fue en ese lugar, donde Milagros se entregó por completo a Cristo a través de una emotiva ceremonia bautismal el 12 de febrero, poniéndole punto final a las preocupaciones y la angustia.

“He prometido a Dios servirle y no volver alejarme de él”, indica.