La actividad ministerial se considera la línea de frente de cualquier iglesia protestante. En el caso de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, el fenómeno se repite. Por esta razón, los responsables de la Secretaría Ejecutiva de la sede sudamericana presentan un informe sobre el perfil de los pastores distritales adventistas el domingo 15, durante la Junta Directiva Plenaria. El encuentro administrativo continúa hasta el martes 17.

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Crecimiento de pastores distritales

Al analizar una línea histórica presentada desde 1971, algunos datos llaman la atención. Ese año solo había 517 pastores distritales activos en la Iglesia Adventista en el territorio sudamericano. En 2020, el número llegó a 3.681, o sea, un crecimiento del 612% en 50 años. Los datos mundiales, por otro lado, muestran un crecimiento proporcional menor en el mismo periodo (272%). En 1971, eran 7.162 pastores adventistas contra 23.675 en 2020.

La proporción entre número de miembros y de pastores distritales es otro dato importante expuesto en el informe. Esta relación tiene que ver con el tipo de atención a las personas. Y, obviamente, con la capacidad de pastorear la misma área geográfica en la que la comunidad adventista está insertada.

Pastores distritales más jóvenes

Hoy es necesario pensar en pastores adventistas como predominantemente jóvenes, entre 22 y 45 años. Por lo menos, el 62,7% de los ministros adventistas se encontraron en ese grupo de edad. Los pastores entre 46 y 65 años representan el 37,3%.

La mayor parte de los pastores distritales adventistas (50, 9%) se desempeña en el ministerio hace solo diez años. Si se considera a los pastores con ministerio entre 11 y 20 años, el porcentaje es del 28,2%. Los pastores con más de 20 años en el ministerio son el 20,9%. Los más experimentados (con tiempo de servicio de más de 30 años) es de solo el 7%.

Atención a los miembros

Dentro de este panorama, es muy válido entender cómo está la atención de los pastores distritales a los miembros. En 1971, en el territorio sudamericano adventista, la proporción existente era de 566 miembros por cada pastor distrital. En 2020, esta relación fue de 698 miembros por cada pastor distrital.

Para el conocimiento y contextualización es fundamental saber que por lo menos el 54,7% de los distritos tienen entre 401 y 800 miembros. Y el 24,3% de los distritos poseen entre 801 y 1.200 miembros. Los distritos menores (hasta 400 miembros) representan el 12% del total.

Bautismos y congregaciones

Un cruce curioso tiene que ver con la cuestión de bautismos por congregaciones. Y eso significa un impacto directo en la cuestión del trabajo pastoral. Los distritos que tienen más de 20 congregaciones, de acuerdo con los datos, necesitan menos miembros para cada bautismo (la proporción es de 9,5 miembros por bautismo). Al mismo tiempo, los distritos con hasta dos congregaciones (o sea, distritos menores en cantidad de congregaciones) presentan una proporción de 28,8 miembros por bautismo.

 Otro corte, también relacionado con bautismos y asistencia a las personas, muestra una disminución en la cantidad de congregaciones atendidas por los pastores distritales. En 2001, la proporción era de 9,4 (casi 10) congregaciones por pastor. Ya en el 2020, esta relación fue de 7,8 (casi 8) congregaciones por pastor.

Desafío del pastoreo

Para el pastor Edward Heidinger, secretario ejecutivo de la sede sudamericana adventista, las informaciones deben llevar a la reflexión sobre el trabajo pastoral. “Los datos levantados ayudan en la comprensión sobre cuán significativo es el papel del pastor hoy. Pero, para eso, necesitamos saber exactamente quiénes son y cuál es la relación con los distritos y miembros”, resalta.

El pastor Lucas Alves, secretario ministerial de la sede sudamericana adventista, refuerza el evidente desafío de un pastoreo mayor y mejor. Él considera muy importante darse cuenta de que los pastores deben encontrar condiciones de estar más presentes como capacitadores de los miembros. “Todos están involucrados en la misión. No se trata de una actividad exclusiva del pastor, por eso esa cercanía entre ministro y miembro es esencial”, destaca.

Según Alves, es relevante que la Iglesia contribuya al desarrollo ministerial dentro de la realidad de hoy. “Queremos que las necesidades de los miembros sean atendidas de acuerdo con la preparación mayor del ministerio en sus diferentes áreas de actuación” finaliza.

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