Temuco, Chile… [ASN] “Un día en este mismo terreno le pedí a Dios que me mostrara el templo terminado, esperando con fe que algún día se iba a empezar a construir y se iba a terminar… Es una parte del sueño concretado porque ahora se sigue completando trayendo a muchas personas a este lugar donde se encontrarán con el Señor” fueron las palabras cargadas de emoción de Patricio Duarte, quien hace más de tres años vive en la isla de Alao, ubicada en el archipiélago de Chiloé, Chile, después de terminada la ceremonia de inauguración y dedicación de una nueva “Capilla de Esperanza” celebrada el 7 de marzo de 2015.

El emotivo acto se realizó con el nuevo edificio totalmente lleno en presencia de la comunidad, dirigentes de la iglesia Adventista a nivel nacional y del sur de Chile, así como miembros del departamento de operativos sociales de la iglesia Fe y Esperanza de Santiago (OPSO), quienes en el año 2008 visitaron por primera vez la isla, buscando atender las necesidades de los habitantes, que viven sin agua potable, luz eléctrica y frecuentemente bajo duras condiciones climáticas.

Desde entonces la iglesia ha continuado su trabajo en este lugar, realizando otros operativos sociales y destinando a un misionero para compartir las enseñanzas bíblicas y ser un apoyo para la comunidad que frecuentemente expresaba sentirse “dejada en el olvido”. Fue Duarte quien a finales del 2011 aceptó la invitación y desafío de esta misión en la isla.

En noviembre de 2012 se organizó oficialmente el grupo de la iglesia Adventista en Alao con 12 feligreses, contando actualmente con 29 personas bautizadas, que hasta hace poco se congregaban en el salón de reuniones de la sede de la junta de vecinos, siendo así la única iglesia formal con la que cuenta la isla.

La ceremonia de colocación de la primera piedra se realizó en septiembre de 2013 como parte del proyecto Capillas de Esperanza, donde el financiamiento de la construcción es compartido entre la iglesia local, la sede administrativa local y la administración nacional. Sin embargo en este proyecto, estuvieron involucrados los participantes del mismo grupo OPSO, así como la constructora MIG, encargada del edificio y donadora de la estructura metálica, además de Daniel Oyarzún y Rosa Cheuquepil que años atrás habían decidido donar el terreno donde hoy se encuentra la iglesia Adventista.

Inaugurar este templo “significa un trabajo de unidad en la iglesia, distintas partes, distintas edades involucradas en la misma misión de preparar un pueblo para la venida de Jesús. Queremos llenar el cielo de chilenos”, comentó Stanley Arco, presidente de la iglesia Adventista en Chile, quien también participó de la ceremonia.

En la inauguración el pastor Luis Araya, presidente de la iglesia en el sur de Chile, entregó la edición de lujo del libro “El Gran Conflicto” a varias personas de la comunidad en agradecimiento por su ayuda prestada a este proyecto; resaltando la historia de Rosa, quien aseguró no haber tomado mejor decisión en su vida que donar el terreno para la construcción de esta iglesia, según contó Araya.

“Se está construyendo la obra del Señor y estoy agradecido yo… que en la isla va haber un templo Adventista. Entonces es muy lindo porque aquí no teníamos templo. Entonces estamos agradecidos de los Adventistas y todos los lugares que ayudaron” comentó Luis, lugareño simpatizante de la iglesia.

Al preguntar sobre los cambios que se han gestado desde que la iglesia Adventista empezó su trabajo en este lugar, Candelaria Peranchiguay comentó que “han sido favorables, porque hay muchas personas que yo he visto que han cambiado. Uno no cambia de un día para el otro, pero sí, se ve gente que se mide un poquito más en su manera de ser a lo que éramos primero, que éramos animalitos casi y ahora somos muchos los que hemos cambiado y eso es bonito”.
[Equipo ASN, Kenny Rivas]

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