En un acto de fe y solidaridad, la Iglesia Adventista se unió para enfrentar un desafío inesperado el año pasado, cuando un incendio devastador consumió gran parte de esta iglesia.

Los caminos de Dios

Tras el trágico incidente de origen eléctrico que dejó a los hermanos sin su lugar de culto, encontraron refugio temporal en el Colegio Adventista de Valdivia y la Iglesia Central para continuar con sus reuniones y servicios religiosos.

Con la asistencia del seguro, se inició el proyecto de renovación que inicialmente solo contemplaba la reconstrucción de la nave principal.

Sin embargo, ante la magnitud de la pérdida y la necesidad de restaurar completamente el templo, La Iglesia Adventista en Sudamérica, la Unión Chilena, y la Asociación Sur Austral aportaron generosamente para ampliar la reconstrucción y abarcar también las salas afectadas por el incendio.

A pesar de los avances, surgieron complicaciones adicionales con el techo y la iluminación del edificio.

En un gesto de solidaridad aún mayor, la Unión Chilena brindó un aporte adicional que permitió solventar estos nuevos desafíos, incluyendo la instalación de un nuevo techo y la mejora del sistema de iluminación, aspectos fundamentales para la seguridad y funcionalidad del lugar de culto.

Ampliación estructural

Además, la asociación amplió el alcance del proyecto de reconstrucción para incluir la creación de una nueva entrada, proporcionando un acceso renovado y acogedor para los fieles y visitantes.

Con el esfuerzo conjunto de la comunidad, se ha trabajado arduamente en la limpieza, orden y embellecimiento del espacio, con miras a completar la renovación total y devolverle a la iglesia su esplendor original.

A pesar de los desafíos y obstáculos encontrados en el camino, la comunidad adventista ha demostrado su resiliencia, generosidad y compromiso con la restauración de su templo. Esta historia de superación y unidad es un testimonio inspirador de la fortaleza de la fe y el poder de la colaboración comunitaria.