Javier Olea es un hombre cambiado. Se refleja en sus ojos el impacto del amor de Dios a través de su amor. Sin duda, su vida ha sido complicada pero nunca perdió la fe de encontrar esperanza. Hoy disfruta de su hija y su entorno con una paz inigualable.

Este albañil de 44 años estuvo en situaciones críticas de alcoholismo y drogadicción. El narra: “Estaba desesperado y en una situación crónica que no podía salir”.

Vivía consternado y tratando de salir adelante luego de una separación con su mujer. Pero Dios tenía un plan para él y su hija, al quedar ella bajo el cuidado de su padre.

Mientras él vivía entre el alcohol y las drogas, su hija decide recordarle aquel muchacho que hace 18 años atrás le cortaba el pelo y le hablaba de Dios. Sin embargo el orgullo de Javier era mayor: “Mi orgullo me llevó a decirle que no me hable más de esa persona”.

Cuando todo parecía mejorar en el 2013, su hija se puso feliz al ver que su padre había dejado de consumir. Pero lo cierto es que nada de eso había sucedido. Javier comenta: “Nuevamente mi hija me vio alcoholizado y ahí se puso a llorar y a rogar a Dios por mí”. Recuerda: “Al escuchar la oración de ella por mí, yo quería pedirle perdón pero me preguntaba, ¿cuantas veces voy a pedirle perdón a mi hija?”.

Javier decidió irse de su casa llorando pero al recorrer dos cuadras se encontró con un grupo de voluntarios misioneros entregando libros en el Impacto Esperanza. Él describe ese momento: “Para mi sorpresa uno de ellos era el peluquero que yo no había visto hace 18 años. Ahí me dio el libro “Señales de esperanza” y me invitó a la iglesia, y ahí fui conociendo a Dios”. Reflexiona: “Me puse a llorar porque me di cuenta que Dios me sostuvo y me sigue sosteniendo hasta ahora. El espíritu santo fue llegando a mi corazón”.

A partir de ese momento Javier comienza una nueva vida. Entregó su vida a Dios a través del bautismo. Fue en la localidad de Polvorines, Bs. As. y destaca: “Mi cambio fue una transformación tan rápida que comprendí la Biblia rápidamente. Estaba preparado para bautizarme. Estaba esperando ese momento”.

Para Javier, la entrega de los libros en el Impacto Esperanza “es algo que se debería entregar con el corazón, para que la persona te acepte y pueda llegar a entender lo que la palabra de Dios tiene para nosotros”.

Cuando todo parece que no tiene salida, un gesto, un abrazo, un libro, cambia la vida. Dios tiene un plan para cada uno y así ocurrió con Javier Olea, un testigo del amor de Dios y el compromiso de misioneros voluntarios en el Impacto Esperanza.

Impacto Esperanza 2017

El próximo sábado 27 de mayo la Iglesia Adventista se prepara para salir a la calle a distribuir el libro producido para este año: "En Busca de Esperanza", el mayor rescate de todos los tiempos. La particularidad es que se cumplen 10 años de esta actividad que une a la Iglesia en toda sudamérica.

Con diferentes acciones en toda la Argentina, se propone entregar 1.005.000 libros. Desde La Quiaca hasta Ushuaia, toda la iglesia estará comprometida con impactar las grandes ciudades y pueblos de toda la República. En los últimos diez años se repartieron un total  de 11.113.220 libros en nuestro país.

Como hogar de los seres humanos, la Tierra también ha sido el escenario de un conflicto milenario y un lugar en el cual el mal muchas veces parece prevalecer. Guerras, terremotos, devastaciones, dolencias, muerte… ¿Hasta cuándo va a durar todo esto?

El libro "En Busca de Esperanza" abre una puerta hacia un mundo mejor. Un futuro glorioso aguarda a quienes serán rescatados de aquí para la real y cercana eternidad.

Usted no puede dejar de conocer esta fascinante historia de rescate. Pongámoslo en otras palabras: ¡Usted puede ser parte de tamaño rescate, y hoy mismo puede encontrar esperanza en medio de la tempestad! [Equipo ASN, Alexis Villar]

Descargá acá el libro y disfrútalo.