Iglesia crece un 8,7% en miembros nuevos
El desafío de la organización es retener a esos nuevos miembros, que se unen a la iglesia principalmente por medio de los bautismos.
Brasilia, DF… [ASN] Datos de la Secretaría Ejecutiva de la sede sudamericana adventista (División Sudamericana) muestran que el número de bautismos tuvo un incremento del 8,7% en 2015. En ese año fueron bautizados en total 253.869 personas en los ocho países que la División atiende, o sea, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay. Es el mejor resultado desde que se realiza un registro informatizado más preciso de los miembros. “Es muy significativo constatar que estamos viendo miles de personas tomando decisiones espirituales en un mundo donde los valores religiosos son cada vez más cuestionados”, pondera el pastor Erton Köhler, presidente de la Iglesia adventista para ocho países sudamericanos.
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El crecimiento real o líquido en número de miembros quedó en 4,22% si se compara con el año anterior. Fue mayor, por lo tanto, que en la relación 2014-2013 cuando el crecimiento fue de 3,55% pero menor si se compara con 2013-2012 cuando hubo un incremento real en el orden del 5,34%. El crecimiento líquido es el resultado de la diferencia entre la cantidad de miembros nuevos aceptados en la Iglesia por profesión de fe, rebautismo y bautismo y la salida de personas por fallecimiento, paradero desconocido o apostasía (abandono de la fe). En números absolutos, significó que, el año pasado, el saldo positivo de 98.277 personas se unieron a la Iglesia Adventista en ocho países sudamericanos.
Se pueden hacer dos análisis a partir de esos datos. Uno sobre la necesidad de continuar un trabajo fuerte en relación a los que dejan la organización, o sea, con las pérdidas de miembros. Otro aspecto es una mayor integración personal de los miembros en el trabajo de actuar como discipuladores de nuevos fieles. Para el secretario ejecutivo de la Iglesia Adventista en América del Sur, pastor Edward Heidinger, la comprensión es que no basta que las personas sean bautizadas y se unan a la Iglesia, sino que experimenten una vida religiosa consistente afirmada en el concepto de comunión, relacionamiento y misión.
El pastor Köhler comenta que “en nuestra visión de discipulado trabajamos para involucrar a cada miembro en la misión y disminuir la proporción de miembros para llevar una persona al bautismo. En 2013, fueron 9,49 adventistas para cada bautismo, en 2014 el índice fue de 9,69, y en 2015 tuvimos nuestro mejor promedio: 9,17. Pero, a pesar de motivar a cada miembro a preparar una persona para el bautismo, en estos últimos dos años (2014-2015) 9, 4% de nuestras iglesias y grupos (2.510) no llevaron ninguna persona al bautismo. Fueron 730 días con el bautisterio vacío. Necesitamos la participación personal, pero en algunos lugares el desafío es mucho mayor y abarca congregaciones enteras”, destaca. [Equipo ASN, Felipe Lemos]