Iglesia capacita a 200 consultores de salud familiar en Sudamérica
Orientaciones sobre salud son dadas por personas entrenadas por el Ministerio de las Publicaciones y Salud
Brasilia, DF ... [ASN] Usted tal vez aún no haya encontrado algún consultor de salud familiar (o CSF) por allí, pero en breve lo encontrará. Son personas comunes, pero debidamente capacitadas, que decidieron especializarse en ayudar a otros a tener una salud con más calidad. Incorporan de forma práctica, el concepto de los escritos de Elena de White, autora adventista cuyos libros inspiran a la organización hace decenas de años, a vivir el espíritu de los médicos misioneros. Conversamos con el pastor Tércio Marques, director sudamericano del área de Publicaciones, quien nos explicó cómo funciona ese proyecto y cuáles son los resultados hasta ahora.
Objetivamente, ¿qué es el proyecto de Consultores de Salud Familiar (CSF)? ¿Cuándo comenzó?
El programa de los Consultores de Salud Familiar es, en primer lugar, un ministerio y en segundo lugar, un servicio de reprogramación del estilo de vida. El embrión de este programa surgió en los Estados Unidos de América hace varios años. Aquí en Sudamérica el programa fue reescrito y agregó varios aspectos totalmente nuevos, transformándose en lo que es hoy. En el año 2014 comenzó un proyecto piloto en el sur de Bahía y viendo el tremendo potencial y no queriendo que nada resultara mal, la sede sudamericana adventista (División Sudamericana) asumió la coordinación general. Luego de dos años y con una propuesta probada y consolidada, se lanzó al comienzo de marzo de 2016 con una capacitación de 70 personas en Cotia, en la Gran São Paulo.
¿Cuál es la relación de ese proyecto con el Ministerio de las Publicaciones y con la actividad del colportaje?
Este programa CSF hoy está dirigido por el Ministerio de las Publicaciones y el Ministerio de la Salud de la Iglesia Adventista en Sudamérica. La obra médico misionera siempre fue vista en la Iglesia como un servicio voluntario realizado por un período de tiempo por algunas personas. Esas personas no lograban mantenerse financieramente con este ministerio, por eso la realizaban de forma ocasional y solamente cuando era posible.
También se sentía la necesidad de recibir orientaciones por escrito para ayudar a las personas a implementar un cambio en el estilo de vida. Fue por esta razón que, de manera casi natural, surgió la idea de usar la estructura denominacional ya existente (el colportaje) para que las personas pudiesen ayudar de manera más efectiva a sus pacientes y, al mismo tiempo, tengan una forma de mantenerse financieramente con las ventas de los libros que nuestros colportores distribuyen. Pero es importante destacar que los libros son una de las herramientas que el CSF utiliza para alcanzar sus objetivos, pues el foco no está en la venta. Los consultores, por lo tanto, internamente son considerados colportores especializados, utilizando una estructura ya existente y siendo reconocidos por la Iglesia como obreros de sostén propio y cuentan con los beneficios inherentes a esta categoría.
¿Cuál es el aspecto que se destaca en este proyecto, con relación a otros anteriores con personas que hablan de salud a la comunidad?
Es importante señalar que todo profesional graduado en el área de salud puede participar (enfermeros, nutricionistas, psicólogos, fisioterapeutas, etc.). Damos prioridad a personas que estén en condiciones de brindar una ayuda efectiva. Además, ellos participan de un programa de inmersión para conocer la filosofía y el uso de las herramientas exclusivas de este programa.
También es importante destacar que los consultores de salud familiar realizan una atención individualizada de alrededor de una hora con cada paciente. Esta atención consiste en un relevamiento del estilo de vida de cada paciente utilizando equipamientos biométricos, como glucemia, grasa corporal, grasa visceral, bioimpedancia, entre otros y un relevamiento completo de los hábitos de vida. Al descubrir las vulnerabilidades y áreas críticas, orientan y ayudan con una reprogramación de sus hábitos de vida. Los integrantes del CSF realizan un seguimiento, de cómo mínimo, 90 días con cada paciente para certificar y posibilitar un cambio en su estilo de vida. Se dedican en su mayoría de forma exclusiva a este ministerio.
¿Qué metas tiene con respecto a ese proyecto, cuántos consultores trabajan actualmente en Sudamérica y cómo funciona la capacitación?
No tenemos apuro por crecer, pues queremos estar seguros de que todos los participantes del CSF estén aptos para desempeñarse en este ministerio. Con apenas un año de actividades oficiales, ya somos más de 200 trabajando en Sudamérica. Muchos profesionales nos están buscando para servir como consultores. El Ministerio de las Publicaciones y de la Salud de las asociaciones (regiones administrativas menores) son los que reclutan y seleccionan a los futuros consultores. Creemos que, en dos años, tendremos un grupo de mil personas involucradas en esta área.
¿Cuál es la base conceptual para este proyecto? Me imagino que trabajan con el concepto de médicos misioneros…
Exactamente, nuestra base es la revelación acerca de la obra médico misionera. Es un servicio de orientación y apoyo para un cambio en el estilo de vida. El programa está enfocado en cuatro áreas que son: alimentación, estilo y hábitos de vida, salud mental y espiritual. Tenemos médicos que realizan el apoyo técnico a los CSF para que todo acontezca de forma profesional.
¿Puede hablar rápidamente sobre algunos resultados ya obtenidos hasta ahora?
Los resultados son sorprendentes en todos los aspectos. Los participantes del CSF están amando y realizándose profesionalmente, financieramente, espiritualmente. Los pacientes visitados están logrando cambiar su estilo de vida, perder peso, disminuir los índices de colesterol, controlar su depresión y estrés y tener más calidad de vida. Tenemos varios pacientes ya bautizados en la Iglesia Adventista y otros participando de grupos pequeños. [ASN, de la Redacción, Felipe Lemos]