Iglesia Adventista vota proceso de planificación estratégica
La iniciativa involucra varias etapas en un proceso colaborativo entre diferentes instancias administrativas, con efectos previstos a partir de 2026.

El martes 6 de mayo, los delegados de la Junta Directiva Plenaria de la División Sudamericana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día aprobaron el proceso de elaboración del Plan Estratégico para el período 2026-2030, en los ocho países sudamericanos.
La idea de desarrollar una planificación unificada nació a partir de encuestas. En 2024 se realizaron encuestas con administradores de sedes regionales, líderes de la sede sudamericana y pastores en general, totalizando unas 4.500 respuestas. Al escuchar a este grupo, la División Sudamericana identificó temas como la necesidad de planificación, transparencia, eficiencia, cantidad de programas, roles en los distintos niveles institucionales, entre otros asuntos.
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Según el presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día para Sudamérica, el pastor Stanley Arco, “para fortalecer la predicación del evangelio, necesitamos avanzar unidos y con una planificación integrada y estratégica”. También subrayó que “el plan estratégico no está terminado. Es un plan que se completa cuando la iglesia local toma las prioridades estratégicas y planifica cómo alcanzar sus objetivos dentro de su programación local y sus actividades”.
Arco aclara que el foco del plan estratégico es el miembro. “Queremos preparar una iglesia para la venida de Jesús, por eso un plan bien organizado y unificado contribuirá para que eso ocurra”, resaltó.
Estrategia general
El proceso de construcción del plan estratégico en Sudamérica es colaborativo. Uno de los primeros pasos fue definir los roles de las diferentes instancias administrativas con relación a la gestión de actividades. La División y las Uniones, sedes que atienden regiones más amplias, actúan en el nivel más estratégico; las Uniones también deben ejecutar acciones tácticas. Las asociaciones y misiones (sedes con menor alcance, como departamentos o provincias) trabajarán con acciones tácticas y operativas; mientras que los distritos pastorales operarán principalmente a nivel operativo.
Además, se establecieron las prioridades estratégicas que guiarán el trabajo de la Iglesia en el próximo quinquenio. Cuatro frentes recibirán atención especial: identidad, discipulado, liderazgo y nuevas generaciones. Estas prioridades se conectan con las llamadas acciones integradas, es decir, programas y proyectos desarrollados de forma articulada en la mayoría de las congregaciones adventistas de Sudamérica. Estas actividades incluyen: 10 Días de Oración y 10 Horas de Ayuno, Impacto Esperanza, Evangelismo de Semana Santa y Semana de la Primavera.
Objetivos generales
Para cada prioridad estratégica (identidad, discipulado, liderazgo y nuevas generaciones) se presentaron objetivos y metas generales, como lineamientos para el trabajo que se realizará en las Uniones, campos (asociaciones y misiones) y especialmente en los distritos locales:
Identidad
· Objetivo general 1: Fortalecer la identidad profética de la Iglesia Adventista del Séptimo Día como pueblo remanente.
· Objetivo general 2: Desarrollar el compromiso de los miembros con las creencias fundamentales y el estilo de vida adventista.
Discipulado
· Objetivo general 1: Desarrollar una relación personal con Dios a través de la oración, el estudio de la Biblia y la fidelidad.
· Objetivo general 2: Involucrar a cada miembro en la salvación de otros mediante sus dones, formando nuevos discípulos.
Liderazgo
· Objetivo general 1: Formar y desarrollar líderes.
· Objetivo general 2: Desarrollar y fortalecer las competencias pastorales.
Nuevas generaciones
· Objetivo general 1: Comprometer a las nuevas generaciones con la comunión y la adoración.
· Objetivo general 2: Involucrar a las nuevas generaciones en la misión y el liderazgo de la iglesia.
Próximos pasos
El plan estratégico combinará las macro estrategias (aspectos administrativos generales), las prioridades estratégicas (los cuatro pilares con sus objetivos) y las acciones integradas. El pastor Douglas Menslin, encargado de coordinar técnicamente el proceso, explicó que la intención es que todo esto llegue a la iglesia local. Los miembros tendrán la oportunidad de deliberar sobre los lineamientos y hacer las adaptaciones necesarias para sus realidades regionales.
En agosto de 2025, una parte significativa de los líderes adventistas se reunirán para realizar los ajustes generales necesarios. Ya en 2026, se espera que los efectos prácticos del plan se vuelvan reales en el día a día de los miembros e interesados. Las asociaciones y misiones elaborarán sus propios planes tomando en cuenta estas prioridades.
Mentoría
Un aspecto clave del plan estratégico es la mentoría. Bajo la orientación de los directores de departamento de la sede sudamericana, los líderes de todos los niveles actuarán como mentores responsables de acompañar y ejecutar el plan. Esto amplía el papel de los directores, que dejarán de centrarse en promover programas y eventos, para asumir funciones de gestión.
Reacciones
El pastor Antônio Tostes, presidente de la Red Nuevo Tiempo de Comunicación, felicitó el proceso y lo consideró un paso importante para la organización. El vicepresidente de la sede sudamericana, pastor Bruno Raso, afirmó que es un gran desafío, pero que debe enfrentarse. El pastor Marcos Militão, presidente de la Iglesia Adventista en Ceará, expresó su satisfacción con algo que tendrá impacto en el miembro y en la iglesia local.
El pastor Lucas Alves, secretario ministerial de la sede sudamericana, recordó que el pensamiento a largo plazo es histórico y muy relevante. Por su parte, el doctor Adolfo Suárez, rector del Seminario Adventista Latinoamericano de Teología, comentó que la planificación integrada ayuda a mantener la unidad adventista. “Vemos en la historia cómo algunas denominaciones han retrocedido justamente por no tener una planificación unificada”, destacó.
Junta Directiva Plenaria
La Junta Directiva Plenaria, realizada en el primer semestre y compuesta por delegados de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de ocho países de Sudamérica, aprueba proyectos que impactan directamente en los templos locales. En la edición de este año, también se presentan informes de diferentes áreas que contribuyen con la misión de la iglesia. La junta directiva de este año es la última reunión de este tipo antes del Congreso de la Asociación General, encuentro mundial que reunirá representantes de más de 200 países en julio de 2025, en St. Louis, Estados Unidos. Para conocer la estructura administrativa de la denominación, haga clic aquí.
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