Mirando un poco hacia atrás, creo que todo comenzó cuando se inaugura la escuela adventista de Tunuyán, con la presencia de las autoridades de la iglesia y del municipio.

Desde ese momento empezamos con participaciones en reuniones de interés general o con problemáticas especificas (abuso, violencia, seguridad, dar charlas etc).  Ese mismo año hubo una tormenta fuerte donde, nuestra iglesia estuvo a disposición para ayudar; y fue cuando la escuela recibió por una semana a alumnos de otra escuela que por problemas estructurales no podían tener clases. Esto nos permitió tener relaciones frecuentes, donde como iglesia con apoyo del municipio fuimos organizando aportes a la sociedad, como Vida por Vidas, Rompiendo el Silencio etc.

Creo que esta acción fue la que motivó a que en noviembre del 2013 nos pregunten si queremos participar en los festejos del aniversario de la ciudad; para lo cual les sugerimos hacer un culto de acción de gracias.  Hemos realizado este culto en dos oportunidades con la visita de todas las autoridades en nuestra iglesia.

En el año 2014 surgió un evento inusual y especial a la vez, se inauguraba un barrio de viviendas y se hacía entrega de las casas. De forma urgente me llaman de parte del intendente a media hora de iniciar el acto con autoridades de la provincia, puesto que el Cura de la iglesia católica no podía participar y me preguntaron si yo podía presentar una invocación religiosa. Fue esa la primera vez que participamos.

Desde ahí en adelante para cada acto patrio o municipal nos convocan y participamos en el palco con las autoridades, somos mencionados en el discurso, como representantes de la iglesia Adventista de Tunuyán y hemos participado en diferentes eventos como: La presentación de la Policía comunitaria (Preventores), Bendición de los Frutos (celebración tradicional de la zona), Inauguración de la colectora y semaforización de la ruta 40, Ceremonia para dar bendición a nuevos móviles policiales, etc.

En su providencia Dios utiliza medios que muchas veces nos sorprenden y abren puertas para darnos a conocer.  Es un privilegio poder ser representante de Dios y de su iglesia a través de los servicios religiosos en estos actos públicos de la comunidad.

(Por el Pr. Felix Terenzio)