En el centro del territorio peruano, se encuentra la ciudad de Huancayo, capital de la región Junín; ubicada a 3,259 metros sobre el nivel del mar. En este lugar, la palabra de Dios tambien es compartida a través de la Iglesia Adventista Séptimo Día (IASD) desde su sede administrativa Misión Central del Perú (MCP).  

Un nuevo templo para Dios

Gracias al trabajo en equipo y apoyo coordinado entre de los miembros de la iglesia local, la administración de la Misión Central del Perú - MCP y Unión Peruana del Sur - UPS (sede de la Iglesia Adventista Séptimo Día para el sur peruano), cerca de 300 adventistas e invitados de la IASD Huancayo Central ahora podrán acudir a escuchar la palabra de Dios en una estructura renovada, con espacios amplios, protegidos de los cambios en el clima local y de las bajas temperaturas según las estaciones.

Luego de un proceso de estudio, planificación, ejecución y finalmente entrega de la obra; la IASD Huancayo Central ahora cuenta con los siguientes espacios renovados: el interior del templo para cultos, la fachada, salones de clases para niños, y servicios higiénicos.

Ceremonia de Inauguración

"Nos sentimos bendecidos… Agradecemos profundamente a UPS por su respaldo en este proyecto, y extendemos nuestro reconocimiento a los miembros de la iglesia central de Huancayo por su valiosa colaboración. Reafirmamos nuestro compromiso de seguir avanzando en la misión y en la construcción de templos representativos que fortalezcan nuestra comunidad", expresó el pastor Raúl Yaranga, presidente de la Misión Central del Perú (MCP) durante la ceremonia de inauguración; en donde estuvieron presentes líderes, pastores e invitados de la iglesia adventista entre ellos: Pr. Charlles Britis (Presidente UPS), Dr. Nilton Acuña (Tesorero UPS), Dra. Sara Muñoz (Gerente General Clínica Adventista Good Hope), Dra. Milka Brañez (Directora médico, Pr. Heber Bendezú (presidente APC) y Pr. Jaime Pérez (Presidente MPCS).

Los templos de la iglesia adventista tienen un papel clave en la vida espiritual, comunitaria y social de los miembros; espacios dedicados a la adoración y la conexión espiritual. La administración e iglesia local, unidos en oración y acción, trabajan para seguir ejecutando más proyectos como este en el territorio del sur del Perú.