Brasilia, DF… [ASN] Las estadísticas de la Secretaría Ejecutiva de la Iglesia Adventista del Séptimo Día para ocho países sudamericanos demuestran una señal amarilla, de atención. Los datos demuestran que el crecimiento líquido de miembros en los primeros tres meses del año fue de 0,6% (crecimiento real de 14 mil miembros teniendo en cuenta, por lo tanto, los que abandonaron la fe y los que fueron bautizados o pasaron a ser miembros por profesión de fe). El porcentaje es fruto de una comparación con el primer trimestre del año pasado. El porcentaje de bautismos también tuvo crecimiento en el orden del 0,4% en ese mismo período en los ocho países administrados por la División Sudamericana de la Iglesia.

Según el secretario ejecutivo, pastor Magdiel Pérez, el bajo crecimiento en bautismos no deberá reflejarse en el próximo trimestre cuando se contabilizarán los números de decisiones tomadas por motivo de las acciones del evangelismo de Semana Santa en la mayoría de los distritos pastorales. Pérez resalta que los números generales de crecimiento líquido reflejan además el trabajo de regularización de las listas de las secretarías de muchas congregaciones locales. En esa regularización, muchos miembros desaparecidos simplemente dejan de figurar “Pero ese proceso está avanzando. En Ecuador, por ejemplo, ya estamos bien cerca del 99% de las congregaciones con datos llenados por las secretarías locales, pero todavía tenemos lugares donde solo la mitad del catastro está totalmente actualizado”, comenta Pérez.

Durante la Junta Directiva Plenaria de la Iglesia, este lunes 18, el secretario presentó un perfil completo de los adventistas en el territorio. Se sabe con más exactitud, por ejemplo, que 72% de los adventistas frecuentan congregaciones con hasta 100 miembros, 19,4% en congregaciones entre 101 y 200 miembros y solo 8,6% están en congregaciones que reúnen más de 200 miembros. O sea, la mayoría de los adventistas es fiel en una iglesia o grupo de porte pequeño.

Misión en Santiago

Además, durante la Junta Directiva Plenaria del lunes se presentó el nuevo desafío de evangelismo para los jóvenes que participan del proyecto Un año en misión. En el 2016, señoritas y jóvenes que quieran donar por lo menos un año de su tiempo al servicio misionero completo irán a Santiago, capital de Chile, para tratar de hacer la diferencia junto a la población local. Según el pastor Areli Barbosa, líder sudamericano del Ministerio Joven, actualmente 261 jóvenes ya participan del proyecto y el objetivo en los próximos años es llegar a mil jóvenes dentro de ese impacto diferente.

En el proyecto Un año en Misión, los jóvenes de todos los ocho países sudamericanos atendidos por la División Sudamericana participan de actividades como cursos bíblicos, proyectos con la comunidad y acciones de evangelismo en lugares distantes de su casa. Después de salir de su región los integrantes de Un año en Misión regresan a sus ciudades y países de origen y repiten el mismo tipo de acción con su comunidad y crean un efecto multiplicador. [Equipo ASN, Felipe Lemos]