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Hagan esto porque es maravilloso

Hagan esto porque es maravilloso

El centro cambió la vida de Elena y sin duda seguirá transformando para bien a las personas. “Yo le pedí a Dios un poco de paz y tranquilidad. Tenía muchos problemas. Pero desde que vine a visitar a mi hijo aquí a Rosario y conoció la iglesia, todo c...


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María Elena Munizza conoció a Dios gracias a un centro de influencia urbano.


Rosario, Argentina... [ASN] Un día cualquiera. Una mañana cualquiera. Como era habitual, María Elena sale por su barrio para hacer las compras domésticas. Pero ese día no sería cualquiera y esa mañana tampoco. Al pasar por el Centro de influencia de Av. Pellegrini al 1048, de la ciudad de Rosario, ella se encuentra con Juan Buccolini, un instructor bíblico que trabaja en ese lugar, y él la invita a estudiar la Biblia.
“Desde entonces fui todos los cursos de salud que se hicieron, y seguí en el de la Biblia. Aprendí mucho allí. Ahora me explican lo que significan las doctrinas. Yo no entendía, por ejemplo, lo que pasaba con las personas que morían. Todo era muy confuso para mí. Ahora quiero bautizarme. Hace un mes lo decidí.
El éxito del Centro de Influencia de Rosario se debe a un trabajo conjunto e integrado de los líderes locales junto con las instituciones de la iglesia, como el Sanatorio Adventista del Plata. El centro empezó a funcionar en junio y siempre el salón está lleno. “Más allá de la publicidad que se hace, las mismas personas que vienen traen a otras. Hacemos doble turno todos los días, de miércoles a sábado”, informa Juan. “El centro está abierto todo el día, de mañana y de tarde, y esto es muy importante, porque María Elena pasó justo por aquí cuando estaba abierto. Quienes trabajamos aquí sabemos que hay perspectivas muy buenas aquí”, concluye.
El centro cambió la vida de Elena y sin duda seguirá transformando para bien a las personas. “Yo le pedí a Dios un poco de paz y tranquilidad. Tenía muchos problemas. Pero desde que vine a visitar a mi hijo aquí a Rosario y conoció la iglesia, todo cambio. Ahora decidí mudarme aquí, ya que vivía en Buenos Aires. Cambie mi lugar de residencia por la religión. Pero lo más importante es que deje vicios y cosas que yo hacía mal. A los que no se decidieron por Cristo, los invito a que den el paso. Hagan esto porque es maravilloso”, relata María Elena.
Luego de decir esto, ella levanta los brazos y hace como que está festejando un gol. “Estoy tan contenta porque hoy es el día de mi bautismo. Tengo ganas de saltar y de gritar de alegría”. Sin duda, no será un día cualquiera.
[Equipo ASN, Pablo Ale]