Gloria Andrade: “Dios obra cuando uno persevera”
La fidelidad de una joven estudiante a Dios logró que universidad le permita rendir examen para no asistir a clases los viernes por la noche
Por Julia Saucedo y Vanessa Castro
La Iglesia Adventista del Séptimo Día reconoce al sábado como señal distintiva de lealtad y adoración a Dios; justamente a eso le es fiel Gloria Andrade, natal de Quito – Ecuador, y estudiante universitaria de la carrera de Desarrollo del Talento Infantil.
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Gloria Andrade, inició sus estudios académicos en el horario nocturno, dado que en el día debía trabajar para poder pagar la mensualidad universitaria. Sin embargo, al transcurrir las semanas de estudio, se encontró con una grabe dificultad, ya que su fidelidad de observar el sábado como día del Señor y su libertad de culto, se vio amenazada al tener que asistir a clases los viernes por la noche. En vista de ello, Gloria acudió a hablar con el rector de su centro de estudios, con la esperanza de encontrar una solución, y recibió de respuesta que “si completaba o superaba el 25% de faltas en asistencia, automáticamente perdía el semestre”.
Hasta ese entonces para Gloria todo andaba mal. Pasó casi dos meses, y no hubo un sábado que Gloria asistiera a clases, ya que su corazón le gritaba que tenía que perseverar en Dios y buscar una solución. Siguiendo los pasos aconsejados por la Iglesia Adventista en Ecuador, mandó un escrito a la institución que estudia con una petición de justificación por sus faltas. Este fue otro intento fallido, ya que la respuesta negativa decía que si “ella no estaba conforme con los horarios se podía retirar”.
Entonces, la perseverancia y convicción de Gloria de no pisotear sus principios le llevó a acudir a Anita Paredes, abogada de la Misión Ecuatoriana del Norte, y a el Abg. Fernando Muñoz, director del departamento de Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista en Ecuador, para ser apoyada y asesorada con este tema. En seguida decidieron apelar al respaldo de la Defensoría del Pueblo para conseguir una audiencia, la cual fue aprobada para determinar la situación de Gloria.
Llegó el día de la audiencia, un día muy difícil, tenso, con muchas expectativas, donde el abogado representante del centro de estudios se presentó dispuesto a batallar en contra de la joven estudiante. Todo parecía perdido hasta que la juez decidió dar un momento de descanso.
Ese descanso fue aprovechado por Gloria y los abogados para orar y entregar la audiencia a Dios, deseando que se haga su Voluntad. Cuando continuo la audiencia, la sorpresa fue, que el rector se acercó a Gloria para darle la solución. “La única forma para ayudarte es que des una prueba de suficiencia, y ya no será necesario que asistas los viernes”.
“Todo parecía perdido, pero Dios obra cuando sus hijos perseveran”, exclamó Gloria al ver como Dios la cuidó y cumplió sus promesas. “No hay duda de que el Dios que adoramos y servimos es un Dios de victoria, que nunca nos deja solos”.