Fidel, anciano de iglesia, impulsa la expansión adventista en Sullana, Perú, con la plantación de nuevas iglesias
Su trabajo ha llevado a que 23 personas se unan a la iglesia en una de estas áreas, demostrando cómo Dios lo está usando a pesar de los desafíos como la búsqueda de terrenos y la construcción de templos
La obra misionera en Sullana, ubicada en el norte de Perú, es llevada adelante con fervor y dedicación por un grupo de hermanos comprometidos con la expansión del evangelio. Fidel Correa, anciano de la Iglesia Adventista Central de Sullana, ha asumido la tarea de plantar iglesias en los distritos de Sullana, una labor respaldada tanto por su familia como por su iglesia.
¿Pero quién es Fidel Correa? Bautizado a los 22 años, Fidel ha asistido a la Iglesia Adventista desde los 12 años y ha asumido el cargo de "Anciano de Iglesia" durante más de 28 años en diferentes períodos. Es docente en un colegio adventista, donde evangeliza a sus estudiantes no adventistas. Entre ellos, 11 son hijos de sus amigos, quienes están conociendo la Palabra de Dios. Fidel está casado y tiene tres hijos. Es un apasionado del proyecto "Tardes Misioneras" y Plantar Iglesias.
"Siempre he trabajado en la actividad misionera con grupos pequeños, pero cuando surgió la oportunidad de las Tardes Misioneras, esto tocó profundamente mi corazón. Hace dos años, tuve un sueño revelador en el que sentí que Dios me hablaba sobre la plantación de iglesias", relata Fidel. "A pesar de no contar con recursos económicos, decidí emprender este desafío, comenzando por motivar a mi familia a acompañarme en esta misión."
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El enfoque inicial se dirigió al distrito de Miguel Checa, uno de los cuatro distritos de Sullana sin presencia adventista. "Con la ayuda de Dios, mi familia y algunos hermanos de la iglesia, hemos trabajado arduamente durante dos años en este distrito. La Misión Peruana del Norte también nos apoyó enviándonos jóvenes voluntarios, y gracias a este esfuerzo conjunto, 23 personas fueron bautizadas", comenta con entusiasmo.
El progreso en Miguel Checa no estuvo exento de desafíos. "El mayor obstáculo era la adquisición de un terreno y la construcción de un templo. Después de muchas oraciones y gestiones, logramos comprar un terreno y, posteriormente, construir un pequeño templo gracias al apoyo económico de la iglesia central y la misión", explica el misionero.
Con el templo en funcionamiento, la labor ahora se centra en consolidar el trabajo. "He pedido a tres hermanos que permanezcan en Sojo para apoyar a los nuevos líderes y enseñarles cómo desempeñarse en la iglesia", indica.
La misión no se detiene allí. Actualmente, Fidel y su equipo están emprendiendo una nueva tarea en el distrito de Marcavelica, a solo diez minutos de Sullana. "Ya tenemos siete personas interesadas y estamos impartiendo Estudios Bíblicos. Aunque no contamos con los recursos necesarios, estamos buscando terrenos con la fe de que Dios proveerá", afirma con determinación.
La visión de Fidel es clara: "Nuestra meta es que los cuatro distritos de Sullana que aún no tienen presencia adventista puedan contar con una iglesia. Creemos que con la bendición de Dios lo lograremos, y continuaremos trabajando hasta que todos los distritos tengan un lugar donde se predique el evangelio".
Este compromiso se refleja en su lema: "Id y predicad el evangelio a toda criatura". Como docente, utiliza sus sábados para dedicarse completamente a la misión, inspirando a otros a ser activos en la predicación del mensaje de amor y paz.
La obra misionera en Sullana continúa avanzando gracias a la dedicación y fe de aquellos comprometidos con la expansión del evangelio, demostrando que, con Cristo, es posible evangelizar vidas y comunidades.