El fin de semana del 8 al 11 de agosto, se realizaron 6 camporís de las siguientes regiones Los Ríos A, Los Ríos B. Guayaquil Sur, Guayaquil Norte, Manabí, El Oro y Guayas, en Ecuador.  Durante estos días los conquistadores no solamente realizaron actividades propias del evento si no también servicio a la comunidad, demostrando ser jóvenes diferentes.

El sábado 10 de agosto en cada camporí regional, simultáneamente, recibieron un mensaje especial que tocó el corazón de algunos jóvenes y visitas, como fue en el caso del Camporí regional de Los Rios A en Quevedo.

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Testimonio de vida

Karolay Rivera, secretaria del departamento de Ministerio Joven para la Iglesia Adventista al sur del Ecuador, invitó a sus padres a pasar esa mañana con ella; al mismo evento del que se encontraba a cargo de la programación. Los padres aceptaron con el único fin de disfrutar de las actividades que realizaban los jóvenes, sobre todo Yorgui Rivera, papá de Karolay, a quien le gusta este tipo de eventos y quien también a colaborado siempre que a podido con los Conquistadores debido a su servicio como sargento para las Fuerzas Especiales.

El sábado en el transcurso de la mañana algo diferente comenzó a sentir Martha Casañas, madre de Karolay, al escuchar el tema principal que tuvo el líder del Ministerio Joven para los adventistas del sur de Ecuador, pastor Gustavo Cevallos.

Martha a pesar de haber crecido en un hogar adventista ella nunca había decidido entregar su vida a Dios, siempre envió a sus hijos desde muy pequeños a las actividades de la iglesia y asistía a la iglesia cuando sus hijos, Karolay y Kiseky Rivera la invitaban, pero su corazón era difícil de tocar ante los ojos humanos.

Años han pasado donde Karolay, Kiseky, primos, tíos y abuelos han orado para que Yorgui y Martha “sean parte de la misma familia en Cristo, dejando todo lo pasado y sus vidas sean transformadas”, dijo Francisco Delgado, tío de Martha.

De manera insistente y con lágrimas en sus ojos al ver a su sobrina pasar al llamado de bautismo hecho por el pastor Gustavo Cevallos, Francisco no quería ver sola a su sobrina bautizarse. “Yorgui no dejes que tu esposa camine sola con Dios, no esperes más para entregarte a él. Tú eres importante para Dios y tú lograrás hacer grandes cosas en la iglesia y con los jóvenes”. Karolay al ver a su padre alzar la mano en señal de aceptar el bautismo lloró junto con él de alegría, porque vieron sus oraciones contestadas. Todos los presentes fueron contagiados con esa felicidad, alzaron sus pañuelos de Conquistadores y los agitaron mientras se terminaba su meditación con una oración.

Minutos más tarde, la pareja, bajó a las aguas bautismales junto a sus hijos quienes los acompañaban para ser bautizados, y no solo Martha y Yorgui entregaron sus vidas a Dios, 10 personas más se dirigieron al bautismo por una bella corte hecha por los Conquistadores, quienes hicieron este evento más especial y simbólico.